Gómez Besteiro se justifica ante la indiferencia de sus compañeros

Gómez Besteiro resiste. Ese fue el mensaje que trasladó este sábado a sus compañeros durante la celebración del Comité Nacional del PSdeG. Ni la imputación de la juez de Lara, ni el traspiés socialista en la Diputación de Lugo, ni la derrota en la ciudades coruñesas han hecho cambiar el criterio del secretario general. Su plena disposición «a seguir liderando este proyecto» se somete a una condición: «Mientras cuente con vuestro apoyo, y mientras este deseo colectivo no choque con los intereses generales de mi partido».

La explicación se produjo ante un auditorio incompleto. Según los datos, a los que ha tenido acceso ABC, de un total de 406 había 153 presentes y algunos de los que estaban se limitaron a escuchar.

Sin embargo, el líder del PSdeG compareció ante los suyos sonriente y con la seguridad de que tiene el respaldo de la dirección federal y de la mayoría de los militantes gallegos.

Además se autocalificó como «un hombre inocente» porque «soy una persona honrada que no tiene nada que ocultar, con una vida normal y un sueño extraordinario, que es llevar al partido al lugar que le corresponde por su defensa de los gallegos». Alertó contra la tentación de cometer «los errores del pasado porque hay sonadas experiencias de compañeros, pese a ser imputados en un caso judicial, luego fueron elegidos por la ciudadanía y posteriormente exonerados de toda sospecha». Y con esta hoja de ruta, el líder socialista va a continuar y ya anunció la creación del Comité Electoral en septiembre para «llevar a Pedro Sánchez a La Moncloa».

La seguridad de Besteiro le llevó a anunciar que dará cumplida cuenta a la Ejecutiva de cualquier avance en la investigación judicial, y reiteró hasta en un par de ocasiones, que se retirará si «se daña la imagen del partido». La justificación de sus acciones tuvo lugar ante un plenario en que estaban representados todos los territorios, pero con notables ausencias. Entre los dirigentes ausentes estaba el alcalde de Vigo, Abel Caballero, la presidenta de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva, la teniente de alcalde de Ferrol, Beatriz Sestayo, gran parte del grupo parlamentario socialista, diputados nacionales y dirigentes provinciales.

Las intervenciones de militantes realizadas a puerta cerrada fueron todas de aplauso unánime a su gestión y se convirtieron en un respaldo para que continuase al frente del partido. Entre los entusiastas destacó el alcalde Monforte, José Tomé Roca, el alcalde Vilagarcía, Alberto Varela, o la secretaria de la Agrupación de Orense, Carmen Dacosta. La unanimidad sólo la rompió el exdiputado Isamel Rego que cuestionó abiertamente el pacto con el Partido Popular para renovar las vacantes en los órganos estatutarios, ya que según dijo, pueden volverse en contra de los socialistas si las mayorías cambian en las próximas elecciones autonómicas.

También el secretario general realizó una pequeña autocrítica sobre el resultado en las ciudades. Y fueron precisamente algunos de los militantes urbanos los que aprovecharon la coyuntura para lanzarse mensajes entre sí. La exsecretaria de Santiago, María Bugallo, reprochó la actuación de Pilar Cancela en la agrupación y pidió una solución urgente. Mar Barcón aseguró que ya asumió responsabilidades presentado su dimisión como portavoz en La Coruña y el portavoz, José Luis Méndez Romeu, pidió «sosiego y unidad» a todo el partido.

Falta de reproches

La falta de reproches fue destacada por el propio José Ramón Gómez Besteiro. En una conversación con ABC, aseguró que «ayer fue el día para que hablase todo el que quería» y señaló que no «entiende los silencios porque el que tenga algo que decir tiene que hablar en los órganos del partido». Besteiro aclaró que no hay que crear alarmas innecesarias

Por el contrario, los ausentes no realizaron la misma interpretación. Fuentes socialistas entienden que «los que realmente tienen el poder orgánico y de los votos dieron su apoyo explícito al secretario general socialista». Además sostienen que «el que debe hacer la lectura es el propio secretario general y entender que su situación puede perjudicar gravemente a los intereses del partido». La división parece inevitable y el tiempo determinará el liderazgo definitivo en el PSdeG.