Flores en el lugar donde apareció el cuerpo de la niña
Flores en el lugar donde apareció el cuerpo de la niña - efe

«Para Rosario Porto, el aplazamiento del juicio supondrá un bajón importante»

El abogado de la madre de Asunta revela que las recusaciones que desembocaron en la anulación temporal del proceso fueron provocadas «porque la gente ya tenía la culpabilidad decidida»

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El juicio por la muerte de la niña Asunta Basterra se hará esperar. Después de que el proceso contase ya con fecha para su celebración — debía arrancar el próximo 23 de junio en los juzgados de la capital gallega— serias dificultades para conformar el jurado popular obligan ahora a retrasar el inicio del juicio hasta después del mes de agosto. Según fuentes del TSXG, todo se debe a la falta de integrantes para el tribunal, que debe sumar 20 candidatos como mínimo y que después de varias recusaciones y excusas han quedado en solo 15 de las 36 personas que habían sido seleccionadas previamente. Pendiente de fecha otra vez, será pasado el verano cuando deberá realizarse un nuevo sorteo de preselección de jurados que permita llegar a la primera jornada con las dos decenas de aspirantes que exige la ley.

El abogado de la madre de Asunta, José Luis Gutiérrez Aranguren, reveló a ABC que el aplazamiento del juicio «supondrá un bajón muy grande para Rosario Porto», a la que visitó este mismo viernes en la prisión de Teixeiro antes de que trascendiese la noticia. Según el abogado de la defensa explicó, la falta de imparcialidad de parte de los elegidos, «que tenían la culpabilidad más que decidida», fue la causa de las recusaciones que motivaron la anulación del juicio. Sobre la nueva selección que se realizará después del verano, el letrado no se siente esperanzado y asegura que tendrán que volver a pasarles un cuestionario para conocer su nivel de parcialidad. «Así las cosas, nos iremos a los dos años», apuntó Aranguren en referencia al aniversario de la muerte de Asunta.

Lo que se mantendrá de cara al proceso judicial por la muerte de la niña Asunta Basterra —cuyo cadáver fue localizado en una cuneta de Teo en septiembre de 2013— es el desfile de testigos y peritos citados a declarar. En total, en sala se escucharán las declaraciones de 84 testigos y de más de 60 peritos que tratarán de arrojar luz sobre los enigmas de uno de los casos más relevantes de la crónica negra gallega. El proceso, que con este aplazamiento acabará celebrándose dos años después del fallecimiento de la niña, se dilatará un mes en el tiempo por la cantidad de pruebas y testigos que están llamados a declarar.

De 18 a 20 años

En manos del jurado que se forme a finales del verano quedará discernir la responsabilidad que los padres de Asunta Basterra, únicos imputados en la causa, tienen en la muerte de la víctima. Para la pareja el fiscal y la acusación particular solicitan penas de 18 y 20 años de cárcel respectivamente por un presunto delito de asesinato. Uno de los puntos fundamentales del proceso pasará por aclarar si los padres, tal y como sostienen tanto la Fiscalía como la acusación particular, se pusieron «de común acuerdo con la intención de acabar con la vida de la niña» y si para hacerlo le suministraron lorazepam «necesariamente tóxico para, posteriormente, asfixiarla».

Según recoge el auto del tribunal, se someterá también a juicio si Rosario Porto, ese mismo día, y según «un plan acordado con Alfonso Basterra», llevó a Asunta a su casa de Montouto después de las 18 horas y si, entre ese momento y las 20 horas, ambos padres «asfixiaron a su hija por medio de la compresión que le aplicaron sobre la boca y la nariz». Los padres de la fallecida esperan la celebración del juicio ingresados en el penal de Teixeiro, donde permanecen desde que pocos días después del hallazgo del cadáver de su hija todas las investigaciones apuntasen en su contra.

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