Basterra: «Trataré de reunirme con Asunta a la mayor brevedad posible»

A menos de un mes de que arranque en Santiago el juicio por el crimen de la niña Asunta Basterra, salen a la luz dos cartas que los padres de la menor, imputados por su asesinato, se cruzaron en prisión. Las misivas, publicadas por el diario El Correo Gallego, se remontan al año 2013 y probablemente fueron escritas al poco tiempo de que Alfonso Basterra y Rosario Porto ingresasen en la cárcel de Teixeiro acusados del asesinato de su hija.

En la comunicación que el padre de Asunta dirige a su expareja se menciona precisamente que «finalmente la Ley de Murphy se cumple cuando creí que ya no tendría más disgustos en este 2013». En ella, Basterra desvela a Porto su intención de «reunirse con Asunta» «a la mayor brevedad» y le pide que «no quiero que esto suponga en ti un profundo dolor» en alusión a su presunto suicidio.

Punto y seguido, Basterra aborda los problemas económicos y desvela que pidió a su «expadre» que le remitiese al dinero que había ganado en sus apariciones televisivas y que lo pusiese íntegramente a disposición de su abogada. Entre recuerdos para Asunta, en los que se refiere a ella como «Pajarito» o «Peponcita», el imputado pide a Porto que se marche «y no mire atrás». Entre consejo y lamento, el periodista hace balance de su vida. Una existencia en la que, escribe, «estudié, me divertí, trabajé, encontré el amor en tí y tuve la mejor de las hijas».

«Pude ser una madre fantástica»

La misiva que la abogada remite al periodista, por su parte, es más larga y cuenta con más alusiones a la fallecida. De Asunta, Porto dice que «lo que más me jode es que yo pude ser una madre fantástica» y lamenta las noticias que están publicando «los malditos medios de comunicación». También critica que sus amigos le hayan dado la espalda, apuntando que «me duele mucho no haber tenido noticias de todos esos presuntos amigos y amigas que teníamos».

Acerca de la investigación, Porto le dice a Basterra que «espero que tus emails llenos de fabulaciones e invenciones no nos den problemas. Al igual que me afición de matar moscas y mosquitos a almohadillazos». A propósito de las pesquisas del juez instructor del caso, la abogada apunta: «Creo que no tiene razón. Desgraciadamente, si no hay pruebas se fabrican y no sé si viste el Informe Semanal en el que él mismo aseveró que si se busca bien se acaba encontrando. ¿Te parece que hay algo más condenatorio que eso?», afirma Porto.