Julio Sacristán, junto a José Ramón Gómez Besteiro, este sábado en el congreso extraordinario
Julio Sacristán, junto a José Ramón Gómez Besteiro, este sábado en el congreso extraordinario - efe

La mitad del PSOE coruñés da la espalda a su nuevo secretario

Sacristán aprueba su Ejecutiva con el apoyo del 51,6% de los delegados con derecho a voto

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Por llamadas a la unidad que no quedase. Aunque todas ellas fuesen en vano. La nueva Ejecutiva del PSOE coruñés, conformada por el recién elegido —primarias mediante— nuevo líder provincial, Julio Sacristán, recibió el apoyo del 62% de los delegados presentes este sábado en el congreso extraordinario de la formación. De los 186 que estaban llamados a participar, acudieron 155. Y, de entre ellos, 96 votaron a favor del nuevo equipo, mientras 58 lo hicieron en blanco y uno fue declarado nulo.

Es más, si se toman como referencia todos los compromisarios con derecho a voto en la cita de este sábado, el respaldo decae al 51,6%. En otras palabras, casi la mitad del partido de la provincia, inmerso en permanentes guerras cainitas

, le da ya la espalda a su nuevo secretario general. Y eso que no han pasado ni quince días desde su victoria en las urnas frente al alcalde de Oroso, Manuel Mirás.

Ni este último, ni el grupo que lo apoyó durante el proceso —a su vez, críticos con la gestión del anterior líder provincial Francisco Caamaño— han entrado en una Ejecutiva augurada a la baja y duplicada en el último momento. Cuando el alcalde de Culleredo se hizo con las riendas del PSOE coruñés prometió dos cosas: construir un equipo integrador y que este no excediese 15 miembros. Al final, ni lo uno ni lo otro, sino una treintena de integrantes y escasas sensibilidades más allá de los próximos al exlíder provincial Salvador Fernández Moreda y los «caamañistas».

Las fuentes socialistas consultadas por ABC sostienen que no hubo negociación con el sector crítico. Sí había, según apuntan, un preacuerdo con el equipo conformado entre la ferrolana Beatriz Sestayo y el alcalde de Ares, Julio Iglesias, cuyos votos fueron cruciales para decantar la balanza a favor de Sacristán en las primarias. Pero éste se rompió el viernes por la tarde. «Sale muy debilitado», sentencian las mismas fuentes, pues tampoco ha logrado aglutinar al sector oficialista de las ciudades de La Coruña y Santiago.

La situación se le complica al nuevo líder provincial, quien hasta ahora tampoco ha ofrecido explicaciones sobre la detención de su mujer por presunta estafa. Pero en medio de la palpable división, todos se obstinaron este sábado en apelar a la unión. Lo hizo el propio Sacristán, quien puso el grito en el cielo contra «los reinos de taifas».

También la número dos del PSdeG, Pilar Cancela, que reprendió a los suyos por visibilizar las miserias internas en los medios de comunicación y las redes sociales. «A ver si unen más, compañeros», instó quien, en connivencia con el sector crítico de la provincia, maniobró para derribar a Caamaño. Y lo hizo también este último con un mensaje velado a las «minorías» que intentan imponer sus condiciones.

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