José Ramón Gómez Besteiro, secretario general de los socialistas gallegos
José Ramón Gómez Besteiro, secretario general de los socialistas gallegos - efe

Las primarias del PSdeG provocan una sangría de bajas y dimisiones

Apenas seis días después, una concejala de Santiago y la portavoz del partido en Ferrol han renunciado por los resultados. Medio centenar de militantes de Foz consuman su desafío y abandonan la formación debido al candidato elegido

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El «proceso democrático» celebrado por los socialistas gallegos hace seis días en nueve localidades de la Comunidad ha derivado en una especie de purga interna donde los perdedores directos o indirectos se han apresurado en buscar la puerta de salida. Así ha ocurrido, al menos hasta el momento, en Santiago y Ferrol. En otros municipios, como en el caso de Foz, la sangría es mucho mayor, pues unos cincuenta militantes han decidido abandonar el partido de golpe por diferencias insalvables con el candidato a la alcaldía, a quien tachan de «tránsfuga».

Pero el goteo no sólo queda ahí. Las dimisiones llegan incluso a los ayuntamientos donde no se celebraron primarias para elegir cabeza de cartel a las próximas municipales de mayo.

En Boiro, el hasta ahora secretario general de la agrupación local y concejal en el Concello, Jorge Campaña, renunció esta semana a sus dos puestos. En el fondo subyacen desavenencias internas con el candidato socialista, Manuel Maneiro. Y eso pese a que fue él quien lo buscó y quien lo presentó.

Ya sea por unos motivos o por otros, las primarias no han traído la unión que se les auguraba. Más bien, todo lo contrario. Sus resultados son el vivo retrato de agrupaciones rotas, inmersas en guerras cainitas donde hay vencedores y derrotados. En la capital compostelana, el primer membrete le corresponde a Francisco Reyes y, el segundo, a Mercedes Rosón. El portavoz del PSOE municipal se impuso a la concejala —con un dudoso censo mediante y prácticas similares al «carrexo de votos», según denuncian las fuentes consultadas— por 301 a 235 votos.

Su victoria desencadenó apenas dos días después «el paso atrás» de la edil. Un paso similar dio en apenas otras 48 horas la portavoz del partido en el Ayuntamiento de Ferrol, Natividad González Laso. Lo hacía tras vencer en las primarias la líder local y también diputada, Beatriz Sestayo. Aunque ésta no se enfrentó con la primera en las urnas —sino con otro edil, Ramón Veloso—, sí existía un pulso indirecto.

Sestayo llegó a abrirle un expediente porque, supuestamente, pecaba de tibieza a la hora de hacer oposición al PP. Según Laso, su dimisión «nada tiene que ver» con esa situación, sino que la enmarca dentro de su propia «responsabilidad política» para «facilitar el trabajo» a la nueva candidata. En todo caso, sí permanecerá como edil en un grupo nada afín a Sestayo.

Trabajo amortizado

Pese a que todavía quedan cinco meses para las municipales, tanto Rosón como González Laso ven amortizado su trabajo. «Ya ha terminado», explicaba el jueves la ferrolana. «Ahora estamos en un proceso preelectoral», indica la concejala compostelana, que abandona Raxoi antes de la tempestad que se le avecina al PSOE de la ciudad. De hecho, un sector del socialismo de Santiago maneja encuestas nada esperanzadoras con Francisco Reyes como candidato. Menos alarmantes se presentaban si fuese la propia edil. Pero las cartas ya fueron echadas.

Como en Foz. Ayer trascendía lo que era un secreto a voces desde que el exlíder de Unifoz, Jaime Cancio, decidió volver a su antigua casa, el PSOE: el exalcalde del Ayuntamiento, José María García Rivera y casi medio centenar de afiliados socialistas más hacían efectiva su marcha de la formación, sumándose a los cuatro ediles del partido que lo habían hecho previamente al conocer las intenciones de Cancio.

Tras su paso por los lindes independientes, reapareció para presentarse a las primarias, de las que finalmente resultó ganador. Y el vaso colmó y rebosó. «Es increíble que se tengan que marchar cuatro concejales, un exalcalde y 50 militantes por culpa de Cancio, que le dio la espalda y fue contra el PSOE en las anteriores elecciones», criticaba ayer el exregidor. Y mientras las bajas y renuncias se suceden en su casa, José Ramón Gómez Besteiro se limita a calificarlas de «respetables». Porque «lo que se interpreta en clave de purgas y peleas, no deja de ser un proceso democrático», alega.

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