La militancia castiga a «Pachi» Vázquez por conspirar contra el alcalde de Orense

Fue con toda su artillería a ganar en una de las pocas zonas de su feudo orensano que siempre esquivó sus garras: la propia ciudad. Puso toda su maquinaria a andar y muchos eran ayer los que apostaban por su victoria. Se equivocaron. «Pachi» Vázquez se dio de bruces contra el sector oficialista, los herederos de un «paquismo» todavía fuerte entre la militancia pese a los escándalos judiciales que atenazan a medio gobierno. Con 237 votos, el edil José Ángel Vázquez Barquero se convierte en candidato socialista a la Alcaldía en 2015. El exsecretario general de los socialistas gallegos cosechó 199.

Son los números que resumen el clima interno de una formación partida en dos, división alimentada por el propio «Pachi» desde que dejó el liderazgo de la formación.

Las artimañas del diputado para allanar su terreno de cara a unas hipotéticas —entonces— primarias municipales empezaron a finales del año pasado con el plantón de varios concejales de su cuerda en un pleno del Ayuntamiento. La situación se enquistó tanto que, cuando actuó la dirección comandada por José Ramón Gómez Besteiro a base de expedientes disciplinarios, las dos familias del PSOE orensano ya habían llegado a un punto de no retorno.

«Pachi», a quien internamente se le concede un papel prioritario en este conflicto, se dejó ver al público al ser fotografiado en una cafetería con el sector crítico al alcalde, Agustín Fernández. Esa foto, y su posterior imputación por cuestiones pertenecientes a su etapa como regidor en O Carballiño, explicarían, en parte, una derrota nada esperada por su círculo.

Después de Orense, el foco se centraba en Santiago. Ambos candidatos se presentaban al proceso con un censo inflado por detrás y fuertes desavenencias internas. El resultado resultó ser menos apretado de lo que se preveía: 301 papeletas para el portavoz del PSOE en el Ayuntamiento compostelano, Francisco Reyes, y 235 para la concejala Mercedes Rosón.

Más tranquilas se esperaban las elecciones internas en la ciudad de La Coruña y en Ferrol. Y así fue. Las dos candidatas que partían con ventaja —ambas líderes locales— se impusieron. Mar Barcón venció al militante de base Ángel Garmendia y la ferrolana Beatriz Sestayo hizo lo propio con el edil Ramón Veloso. Ambas se enfrentan ahora al reto de recuperar las alcaldías que el PP les arrebató en 2011 y a otro tan importante como el primero: confeccionar un grupo municipal unido. Los antecedentes no hablan a su favor.

Durante esta legislatura, Barcón abrió expediente a dos de sus ediles. Igual modus operandi utilizó Sestayo —quien no forma parte del grupo municipal— con la portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, Natividad González Laso. De ahí que uno de los concejales se levantase en armas e intentase, sin éxito, apartar de la primera línea de la ciudad a la parlamentaria.

Las victorias de estas dos últimas, Reyes y Barquero son, en clave interna, una victoria de Besteiro. Con «Pachi» fuera de juego, al líder del PSdeG se le abre un escenario más cómodo para trasladar su mensaje. A priori.