Leadsom (izquierda) y May (derecha) serán tras Thatcher la segunda primera ministra del Reino Unido
Leadsom (izquierda) y May (derecha) serán tras Thatcher la segunda primera ministra del Reino Unido

Theresa May se jugará el liderazgo contra Andrea Leadsom, una dura del Brexit

Michael Gove se hunde y 26 años después de Thatcher habrá una primera ministra

LONDRES Actualizado: Guardar
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Dieciséis años después de Margaret Thatcher, el Reino Unido ya sabe que volverá a tener a una mujer como primera ministra. Los pronósticos se han cumplido en la votación definitiva de los diputados tories para elegir a los dos finalistas que competirán en el voto postal decisivo de los 150.000 militantes. Theresa May, la ministra del Interior de 59 años, gran favorita y apuesta de Cameron, se medirá a Andrea Leadsom, secretaria de Estado de energía, de 53, una dura del Brexit. Michael Gove, tal vez el más cualificado intelectualmente de los tres aspirantes que quedaban, fracasa tras su controvertida maniobra para acabar con Boris Johnson.

Como ya ocurriera en la primera votación del pasado martes, May volvió a obtener hoy más apoyos que la suma de sus adversarios: 199, frente a 84 de Leadsom y 46 de Gove.

La favorita, una mujer muy seria, seca y enormemente trabajadora, se declaró «encantada» con el apoyo recibido y consideró que «esta elección demostrará que el partido puede unirse de nuevo bajo mi liderazgo».

Leadsom tiene un pobre currículo político. Es diputada desde 2010 y secretaria de Estado desde 2014, primero en el Tesoro y luego de Energía. El grueso de su carrera profesional la desarrolló en la City, como alta ejecutiva de banca. Su pasado laboral ha sido estos días objeto de polémica, porque la prensa la ha acusado, de manera bastante verosímil, de haber «embellecido» su curriculum vitae. Ella ha tachado esas acusaciones de «ridícula», pero lo cierto es que su perfil de Wikipedia y su CV han sido retocados. En concreto había exagerado sobre el número de personas a su cargo y los fondos que manejaba.

No es la única controversia que la circunda. A Leadsom la acusan también de haber utilizado fondos offshore en paraísos fiscales para eludir al fisco británico. De hecho, a diferencia de Gove y May no ha publicado sus ingresos, aunque sí ha anunciado que lo haría en caso de ser elegida una de los dos finalistas de la carrera tory.

El tope para anunciar el nombre de la sucesora de Cameron es el próximo 9 de septiembre, pero el proceso está yendo muy rápido y se podría saber ya a finales de este mismo mes o comienzos de agosto.

Leadsom es la sorpresa de la competición. Era una perfecta desconocida, pero su buena dialéctica, muy directa, gustó al público y le otorgó cierta popularidad durante los debates de la campaña del referéndum. Su condición de «rostro fresco» frente a clásicos como Gove y May la convierte a priori en un rival más difícil para la favorita que Gove.

En el caso del ambicioso ministro de Justicia se confirma la vieja máxima clásica: «Roma no paga a traidores». Gove traicionó primero a su amigo personal y jefe David Cameron, poniéndose al frente de la campaña de Leave, y luego se deshizo también de su aliado en la lucha por el Brexit, Boris Johnson, al que hundió al retirarse su apoyo sin llamarlo y horas antes de la presentación de las candidaturas.

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