Theresa May sale ayer del 10 de Downiing Street REUTERS
Partido Conservador de Reino Unido

Theresa May supera en la primera votación la suma de sus cuatro rivales

Gove, relegado al tercer puesto por los diputados tories tras su traición a Boris Johnson

CORRESPONSAL EN LONDRES Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La primera votación entre los 331 diputados tories para elegir a los dos candidatos que se disputarán entre la militancia la sucesión de David Cameron se ha saldado con abrumadora victoria de la favorita, Theresa May.

La ministra del Interior, de 59 años, logró el apoyo de 165 de sus compañeros, superando la suma de lo obtenido por sus cuatro rivales. En cada ronda queda eliminado el último y ya se ha caído el primero de los cinco candidatos, el derechista Liam Fox, que solo obtuvo 16 votos. Cameron renunció a participar en la elección.

La votación confirmó también la vieja máxima de «Roma no paga a traidore». El ministro de Justicia, Michael Gove, que apeó de la carrera a su socio de campaña Boris Johnson

con una maniobra maquiavélica, se vio relegado al tercer puesto, con 48 votos.

Todo apunta a una final entre May y la secretaria de Estado de Energía, la ferviente brexiter y exbanquera Andrea Leadsom, de 53 años, que se ha aupado al segundo lugar con 66 apoyos. El cuarto fue el ministro de Trabajo, el joven Stephen Crabb, un tory de orígenes muy humildes, que se presenta con un mensaje social (34 votos).

Leadsom emerge como la esperanza de los partidarios del Brexit, quienes exigen un primer ministro salido de la campaña del Out. El lunes por la noche recibió el espaldarazo de Boris Johnson, ávido de comenzar a tomarse su venganza tras la jugada de Gove, que le retiró su apoyo en el último minuto y ni se lo comunicó.

May, con la poca modestia que la está caracterizando, explicó que hace falta un primer ministro capaz de «unir al partido, negociar el mejor acuerdo posible con la UE y hacer que el Reino Unido funcione para todo el mundo, y yo soy la única capaz de hacer las tres cosas».

Clima festivo

La votación se celebró en un clima festivo, con folletos y entorchados entre los simpatizantes de los cinco candidatos y vivo ambiente en los bares de la Cámara de los Comunes, hábitat grato a la bancada tory. Durante la tarde, los candidatos tuvieron la ocasión de dirigirse durante veinte minutos al grupo parlamentario para recabar su voto. Leadsom sorprendió con una crítica al aborto. Gove, buen dialéctico, probablemente ofreció el discurso más articulado, pero le sirvió de poco en las papeletas.

El problema para May es que aunque arrase entre los diputados, luego tendrá que verse refrendada por el imprevisible voto de los 150.000 afiliados tories, que decidirán antes del 9 de septiembre con su sufragio postal. Si entre la militancia, muy ideologizada, impera el sentimiento pro Brexit, Leadsom podría tener una oportunidad, y más con el público respaldo de Boris, que acudió a votar por ella.

La anécdota la protagonizó Ken Clarke, de 76 años, diputado desde 1970 y ministro de Economía con Major, un pedazo de historia tory. Una cámara lo pilló llamando a Theresa May «esa maldita mujer difícil». Hay unanimidad en que la ministra del Interior es seca, ultra controladora y extraordinariamente exigente. Tal vez al final sean virtudes, porque Ben Wallance, un diputado aliado de Boris, ha acusado a Gove de tener «una necesidad emocional de cotillear», que se incrementa con la bebida. Aquí hay para todo el mundo. Y lo que queda…

Ver los comentarios