Rupa, otra víctima de un ataque de ácido y componente de la iniciativa Sheroes
Rupa, otra víctima de un ataque de ácido y componente de la iniciativa Sheroes - Youtube

«Quemaste mi cara, no mi deseo de vivir»: la lucha de las víctimas de ataques con ácido

En la India se estima que hay unos 1.000 ataques con ácido al año

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En la India se estima que hay unos 1.000 ataques con ácido al año, quizás más. La cadena BBC ha decidido dar visibilidad a las víctimas de estas atrocidades entrevistando a dos de ellas, unidas por la gran iniciativa que es Sheroes, que pretende mostrar al mundo a estas fuertes mujeres.

Para Dolly, una de ellas, todo empezó cuando un hombre que vivía en el mismo barrio que ella y le doblaba la edad empezó a acosarla. Entonces Dolly solo tenía 12 años, pero a su acosador no le importó la diferencia de edad y comenzó a seguirla y pedirle que se acostara con él.

Un día el hombre fue a su casa, y aunque ella salió huyendo él consiguió tirarle a la cara el ácido.

«Comencé a arder y a gritar», explica la joven en su entrevista. Gracias a la rápida respuesta de un médico, Dolly consiguió salvar los ojos y la vista.

«Mi madre no quería decirme si aún era bonita. Me decía que podría mirarme en el espejo más tarde. Entonces mi hermana pequeña puso un espejo delante de mí sin querer y me vi. Comencé a llorar», recuerda la joven sobre el momento en el que vio su cara después del ataque.

Su atacante está ahora en la cárcel, pero Dolly tuvo la valentía de escribirle una carta para decirle: «Quemaste mi cara, pero no mis ganas de vivir. No puedes quemar eso», escribió.

Rani es otra de las víctimas de estas atrocidades. Ahora tiene 20 años, pero era una adolescente cuando un hombre le pidió que se casara con él. Su madre le dijo que esperara hasta que su hija terminara el colegio.

«Un día me molestó cuando estaba en la calle, así que le abofeteé . Unos días después me atacó con ácido», contó la mujer. Las heridas que tenía eran tan graves que dañaron sus nervios y piel, no podía ni andar. Los doctores en su ciudad no estaban equipadas para tratarla.

La historia de Rani es aún más triste porque su familia la culpó: «Ellos querían que me hubiera casado con él. Pero yo quería estudiar».

Además, ella tiene que vivir con el hecho de que su atacante aún está libre. Incluso se ha enterado de que está casado, tiene familia y un trabajo estable. Mientras, Rani ha tenido que renunciar a su sueño de unirse a la Policía de la India.

Afortunadamente, su vida cambió, como la de Dolly, cuando conoció Sheroes, el café que en la ciudad de Agra que tiene como objetivo eliminar el estigma de las víctimas del ácido.

En este vídeo, componentes de la iniciativa Sheroes hablan sobre sus experiencias y qué es este café que les ha dado una nueva vida.

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