AFP

El presidente electo de Filipinas pretende recuperar la pena de muerte

Rodrigo Duterte, «el Castigador», ordena «disparar a matar» a los miembros del crimen organizado que se resistan

RANGÚN Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

«No me llaméis señor presidente. Llamadme alcalde de Filipinas». Tras edificar la campaña electoral con los cimientos de la violencia y el miedo, el presidente electo de Filipinas, Rodrigo Duterte, ha mostrado sus primeras cartas políticas para la nueva legislatura. «Voy a pedir al Congreso la vuelta de las ejecuciones por ahorcamiento», anunció Duterte en rueda de prensa, con su intención de reintroducir la pena capital en el país asiático (abolida en 2006).

De igual modo, el mandatario comunicó una polémica directiva que afecta a las fuerzas policiales. «Si te resistes, muestras resistencia violenta, mi orden a la Policía será disparar a matar. Disparar a matar contra el crimen organizado. ¿Habéis oído esto? Disparar a matar contra el crimen organizado», señaló el nuevo mandatario.

La petición de Duterte sobre su nuevo tratamiento como «alcalde» (y no el lógico de «presidente») tampoco es casual. Antiguo líder de Davao, población de millón y medio de habitantes de la isla sureña de Mindanao, sobre Duterte pesan lazos con los grupos de vigilantes o patrullas urbanas que sumergieron a la ciudad en el terror en los años 90. Un liderazgo que le valió el apelativo de «El Castigador» (Human Rights Watch estima en más de un millar los muertos en Davao en ejecuciones extrajudiciales).

A nivel internacional, no obstante, su mayor altercado tiene nombres y apellidos. Recientemente, el entonces candidato realizaba un controvertido comentario sobre la violación y muerte de una ciudadana australiana, Jacqueline Hamill, donde lamentaba, no tanto la agresión sexual, sino la belleza de la víctima. «El alcalde debió haber sido el primero», declaraba el ahora presidente (Hamill es una de los cinco misioneros asesinados en 1989 durante la toma de rehenes en la prisión de Davao. Otras 16 personas resultaron fallecidas).

Promesa determinante

A pesar de ello, su promesa de acabar con las mafias de tráfico de drogas y el crimen organizado ha sido determinante en su elección. Duterte ya ha asegurado que su presidencia será «sangrienta», así como ha prometido acabar con todos los criminales, «doblando el salario de los militares y policías e incrementando su fuerza en los tres mil miembros».

Junto a la represión por bandera, Duterte ha mostrado su interés en introducir un veto al consumo de alcohol más allá de las dos de la mañana en lugares públicos (como ya hiciera en Davao), así como un toque de queda nocturno para los menores no acompañados (bajo pena de cárcel para la parentela por «abandono»).

Ver los comentarios