El populista Duterte, «el castigador», gana las eleccciones de Filipinas

El Consejo Pastoral Parroquial para un Voto Responsable sitúa en 13,7 millones el número de apoyos recibidos por el nuevo presidente, seguido por Manuel Roxas, con casi 6 millones

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La candidata presidencial filipina Grace Poe ha reconocido la victoria de Rodrigo Duterte en las elecciones de este lunes y ha dicho «respetar los resultados» provisionales, en los que la popular senadora figura tercera.

«Renuncio, respeto los resultados», ha anunciado Poe en rueda de prensa, poco después de felicitar por teléfono al vencedor. «Dutarte tiene un mandato. Vamos a darle una oportunidad», ha añadido la senadora, que habría obtenido en torno a una quinta parte de los votos, informa Ep.

El Consejo Pastoral Parroquial para un Voto Responsable, acreditado por la comisión electoral, sitúa en 13,7 millones el número de apoyos recibidos por Dutarte, seguido por Manuel Roxas, con casi 6 millones, y Poe, con unos 7,6 millones. Poe llegó a figurar como favorita en la primera fase de la campaña.

«Quiero tender mi mano a mis rivales para comenzar desde ya la curación», ha afirmado Duterte en unas declaraciones a la prensa filipina en las que sin embargo ha instado a los funcionarios que han conspirado con bandas criminales y narcotraficantes a «retirarse o morir».

El Trump asiático

A Rodrigo Duterte, quien durante la campaña electoral, y por su polémica verborrea, recibió el calificativo de «el Donald Trump del país asiático», le han acusado de todo, excepto de formar parte de «escuadrones de la muerte». Algo que puede decirse del antiguo alcalde de Davao, en Mindanao, es de haber construido una sonora campaña electoral a golpe de violencia. Y con éxito. Fue respaldado de forma mayoritaria sobre su principal rival, Mar Roxas, nieto del exmandatario Manuel Acuña Roxas.

Sobre Duterte pende la acusación de estar vinculado con las patrullas urbanas que hundieron a la ciudad de Davao en el terror. Un liderazgo que le valió el apelativo de «el castigador» (Human Rights Watch estima en más de un millar los muertos en ejecuciones extrajudiciales).

El mayor revuelo internacional lo provocó cuando realizó un controvertido comentario sobre la violación y muerte de una misionera australiana, Jacqueline Hamill, sobre los que lamentó no tanto la agresión sexual, sino la «belleza violada» de la víctima. «El alcalde debió haber sido el primero», declaraba el ahora presidente. A pesar de ello, su promesa de acabar con las mafias de tráfico de drogas y el crimen organizado ha sido determinante para su elección.

Duterte ya ha asegurado que su presidencia será «sangrienta», así como ha prometido acabar con todos los criminales «doblando el salario de los militares y policías, e incrementando su fuerza en tres mil miembros».

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