Los expertos hablan de «una situación muy seria», que ha creado «un efecto en cascada».
Los expertos hablan de «una situación muy seria», que ha creado «un efecto en cascada». - AFP

Continúan los problemas de British Airways en Heathrow y Gatwick

La compañía ha arreglado parte de su problema informático pero habrá retrasos y algunas cancelaciones

Corresponsal en Londres Actualizado: Guardar
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Tras el caos del sábado, que obligó a cancelar todos los vuelos de British Airways desde los dos mayores aeropuertos londinenses por un problema informático y dejó en tierra a miles de pasajeros en pleno puente en el Reino Unido, la compañía ha dicho que espera operar hoy casi con normalidad en Gatwick y poder dar salida a la mayoría de sus vuelos en Heathrow. Pero lo cierto es que el panorama en ambos aeródromos sigue pareciendo complicado en la mañana dominical. Los expertos hablan de «una situación muy seria», que ha creado «un efecto en cascada».

British Airways, la socia de la española Iberia en el consorcio IAG, advierte a los pasajeros que sufrieron ayer cancelaciones que no suban a los aeropuertos si no tienen ya asignado de antemano un nuevo vuelo.

En las terminales continúan arrumbadas centenares de maletas, pero la compañía pide a los afectados que no acudan a recogerlas y les asegura que se las enviará a casa.

British Airways, que ya había sufrido problemas con su sistema informático en junio, julio y agosto del pasado verano, asegura que ha solventado parte de la avería, pero no toda. «Continuamos trabajando duro para restablecer nuestros sistemas informáticos». En la tarde noche del domingo, el español Alex Cruz, consejero delegado de la compañía, informó de que el colapso informático se debía a una caída del suministro energético. También se desmintió que fuese el fruto de un cíberataque. Los sindicatos sin embargo lo achacan a haber externalizado a una subcontrata en la India las tareas de mantenimiento. La empresa responde a esa crítica diciendo que «nosotros nunca comprometeríamos la seguridad de nuestros sistemas informáticos».

British Airways pide a los viajeros que antes de desplazarse a los aeropuertos consulten el estado de los vuelos en su página web, ba.com. Heathrow y Gatwick también ofrecen información del estado de la programación en sus páginas.

La compañía espera que la mayor parte de sus vuelos de larga distancia puedan aterrizar este domingo en Heathrow. Pero reconoce que aunque parte del sistema informático se ha arreglado «seguirá habiendo suspensiones en nuestra programación porque nuestros vuelos y tripulaciones por todo el mundo se han visto trastocados, hemos reposicionado algunos aviones durante la noche para operar del modo más cercano posible a nuestra programación de este domingo».

La compañía también ha recalcado que dará a sus clientes las pertinentes compensaciones y sigue ofreciéndoles agua y aperitivos de forma gratuita, una magra compensación para quienes han visto trastocados sus viajes por causas ajenas. El sábado algunos pasajeros llegaron a estar más de hora y media encerrados en un avión parado en la pista de Heathrow y sin aire acondicionado, porque todas las puertas de desembarque estaban ocupadas y no podía acceder a la terminal.

El desbarajuste de las terminales londinenses se dejó sentir en cadena en varios aeropuertos importantes de Europa, como los de Barajas y Málaga. Para los británicos es una situación especialmente lamentable, porque este puente de final de la primavera es uno de los más esperados del año y coincide además con vacaciones escolares.

Las normas de consumo de la UE, esas de las que el voto del Brexit ha abominado, fijan una serie de indemnizaciones por retrasos. En vuelos de corto radio (hasta 1.500 km), 250 euros por más de tres horas de retraso. En distancia media (entre 1.500 y 3.500 km), 400 euros por más de tres horas. En largo recorrido (más de 3.500 kilómetros), 300 euros de indemnización entre tres y cuatro horas de demora y 600 si sube de cuatro horas.

Además, si el retraso es de más de dos horas la compañía debe facilitar a los clientes comida y bebida gratis y acceso a llamadas e internet. En caso de que tengan que hacer noche, les abonará el hotel y los traslados al mismo.

Según ha revelado el «Telegraph», algunos hoteles de las inmediaciones de los aeropuertos aprovecharon el problema con tarifas enormemente abusivas, llegando a pedir de mil a 2.500 libras por una habitación para una noche (2.800 euros).

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