El camión-patera de México pasó por tres controles sin ser detenido

Mientras el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador , pide a EE.UU. medidas para atajar la crisis migratoria, afloraron nuevos detalles del periplo del camión-patera repleto de indocumentados que se estrelló el pasado jueves en Chiapas, con un resultado de al menos 55 muertos . Según comprobó el diario ‘Reforma’ en un recorrido por la ruta que siguió el vehículo siniestrado, este habría volcado después de pasar por al menos tres puntos de control policial.

De acuerdo con este medio, en la carretera San Cristóbal de las Casas-Tuxtla Gutiérrez se observaba en primer lugar, en el kilómetro 46 de la autopista 190D, un retén con dos agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) y seis de la Guardia Nacional (GN). Allí los agentes del INM inspeccionan vehículos de transporte público, particulares y de carga, incluyendo tráileres a los que se revisa el interior de las cajas, indica la información. Más adelante se veía otro puesto de la Policía estatal con 14 agentes, que detienen y revisan aleatoriamente todo tipo de vehículos, incluyendo también tráileres. Por último, otro retén del INM y la GN se sitúa antes de la cabina de peaje de Chiapa de Corzo, según testimonios de usuarios, si bien en su recorrido el diario no vio agentes en ese lugar.

‘Reforma’ recoge que un superviviente guatemalteco relató bajo anonimato que unos 200 inmigrantes salieron en dos camiones de la localidad de San Cristóbal de las Casas y que, unos 10 minutos antes de volcar, se detuvo y los ‘coyotes’ que iban en el interior les pidieron callarse . Este testigo está convencido de que se trataba de uno de los retenes y que los conductores sobornaron a los agentes. «No pueden pasar sin el amparo de la corrupción, del Instituto Nacional de Migración y de la Policía Estatal», asegura el activista Irineo Mujica, que dirige la caravana de inmigrantes que se dirige a Ciudad de México desde Puebla. El comandante de la GN, Luis Rodríguez Bucio, confirmó que los inmigrantes salieron de San Cristóbal, pero negó que pasaran por ningún retén.

La hondureña Cecilia Hernández, deportada en noviembre desde EE.UU. y ahora en un albergue en la ciudad fronteriza de Ciudad Juárez, en el lado mexicano, aseguró que viajar en esos tráileres «es una pesadilla ». En su viaje con tres hijos de 2, 4 y 16 años en un camión atestado, Hernández, de 39 años, recuerda que «mucha gente se desmayaba, los niños también. Mucha gente se desnudaba porque nos estábamos ahogando» de calor, según el testimonio recabado por France Press (Afp).

El presidente de México aseguró el viernes que «estas desgracias tienen que servir para que se tome conciencia y se atienda el problema de fondo». « El problema migratorio no se resuelve con medidas coercitivas, sino que tienen que darse oportunidades de trabajo, de bienestar. La gente no sale de sus pueblos por gusto, lo hace por necesidad», señaló López Obrador.

Por su parte, la Embajada de EE.UU. en México señaló en Twitter que esta tragedia «ilustra por qué urgimos a que nadie arriesgue su vida con la migración irregular».