Cambio de era en la UE: los euroescépticos ya no quieren salirse, aspiran a cambiarla desde dentro

Bruselas ha lanzado una ambiciosa campaña ciudadana para activar el voto joven, después de la preocupante tendencia abstencionista de los últimos años: en 2014 solo votaron un 28% de los menores de 24 años, precisamente los que más se identifican con los valores europeos

El primer ministro de Bélgica, Charles Michel, la canciller alemana, Angela Merkel, el presidente francés Emmanuel Macron y el primer ministro de Luxemburgo, Xavier Bettel, son vistos durante una reunión informal en Bruselas REUTERS
F.J. Calero

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Las próximas elecciones europeas de mayo de 2019 aventuran un posible cambio de era en la Unión Europea . Como insistió el pasado martes el director de comunicación del Parlamento Europeo, Jaume Duch, en una recepción con jóvenes periodistas europeos, la UE se enfrenta a un escenario en el que una porción considerable de la Eurocámara en la próxima legislatura será ocupada por fuerzas euroescépticas -algunas encuestadoras estiman que en torno a un tercio de los escaños- que buscan subvertir el statu quo de la Unión de las últimas décadas.

Para contrarrestar las amenazas externas y desafíos internos, Bruselas ha lanzado una campaña para llamar el voto especialmente entre los jóvenes, inspirándose en estrategias seguidas en EE.UU. para las elecciones de midterms. En la jornada inaugural de « European Youth Media Days » expuso la exitosa campaña «No votes» basada en psicología a la inversa. La democracia europea no logra llamar al voto joven europeo. Cuanto más joven es el grupo de edad, más personas tienen la sensación de ser europeos, pero eso no se ha traducido hasta ahora en una mayor participación. En 2014, del 42,61% total, el mínimo histórico, solo votaron el 28% por ciento de los menores de 24 años, con Eslovaquia y Finlandia como casos más extremos. En España tan solo votó un 27% de jóvenes.

Con campañas ciudadanas como « Esta vez voto », donde jóvenes europeos se están movilizando para animar a sus compañeros a los centros de votación, el Parlamento busca apelar al voto joven universitario, creen fuentes europeas consultadas por ABC, lo que podría minar las expectativas de los partidos euroescépticos liderados por la «Liga de ligas» diseñada por Matteo Salvini y Marine Le Pen, afines a su vez al « Movimiento » auspiciado por el exasesor del presidente Trump, Steve Bannon. Desde las primeras elecciones de los Estados miembros la participación ha ido bajando progresivamente. «Con esta campaña buscamos movilizar a la gente que cree en el proyecto europeo pero que luego no acude a las urnas por distintos motivos. Hemos visto que es interesante movilizar a voluntarios y que sean ellos mismos embajadores de la UE en su propio entorno para llegar adonde las instituciones no suelen llegar», señalan a ABC fuentes del Parlamento Europeo.

Los partidos europeos bajo el paraguas de los tradicionales grupos PPE (centroderecha), PSE (centroizquierda) y ALDE (liberales) se han puesto manos a la obra para tratar de preservar tantos años de construcción europeísta ante lo que parece ya un hecho: los tradicionales bloques centroizquierda y centroderecha caerán por debajo del 50% por primera vez . El presidente de los liberales (ALDE) y ex primer ministro belga, Guy Verhofstadt, compartió con entusiasmo el pasado sábado un fragmento del carismático cineasta italiano Roberto Benigni, donde defendía los éxitos de la UE y llamaba a defenderla de los que quieren destruirla: «La UE sin violencia, donde ha conseguido introducir una moneda única sin una guerra, es un milagro que no ha tenido lugar en la historia de la humanidad. Europa no es solo un intercambio de normas, dinero y enmiendas legales. Es un intercambio de sueños que debemos proteger para las generaciones futuras», declama el director de «La vida es bella».

Las elecciones bávaras, donde los Verdes se alzaron en segunda posición, marcan una nueva senda política de Bruselas para tratar de atraer más jóvenes a las instituciones con una agenda más ecologista, especialmente del centro y norte de Europa. «Ahora estamos teniendo las conversaciones sobre los presupuestos y por tanto dónde vamos a poner el acento y las prioridades políticas para siete años (2021-2027). El Parlamento tiene que pensar si incrementar los fondos para Erasmus, en la lucha contra el cambio climático: ¿veis el fantástico tiempo el 16 de octubre soleado en Bruselas? Quizá tenga que ver con el cambio climático (...) o incrementar la partida de los derechos para las mujeres», expresó Duch.

Lejos de aumentar las pulsiones eurófobas para buscar otros referéndum de salida, el Brexit ha provocado en cierta manera una reacción a favor de la UE. Según el último Eurobarómetro publicado el pasado miércoles, son más los europeos que creen beneficioso pertenecer a la UE, en unos niveles que se remontan a los años de precrisis económica. Más que el sentimiento europeísta, cree Duch, las negociaciones con Reino Unido y la gestión errática del Gobierno de Theresa May han desalentado a millones de europeos a seguir otros procesos de ruptura semejantes.

La propia Marine Le Pen ha reinventado su partido, el antiguo Frente Nacional, ahora Reagrupación Nacional, suprimiendo la propuesta de un Frexit (al menos del euro) con la que irrumpió en la campaña para las presidenciales de 2017. Según el último Eurobarómetro, el 64% de los franceses cree que Francia se beneficia de la UE, el mejor resultado desde 1983. «No es el retiro nacionalista que esperan los franceses, sino la Europa progresista», se jactó el pasado fin de semana la ministra francesa para Europa, Nathalie Loiseau.

"¿Piensa que formar parte de la UE es bueno?" EUROBARÓMETRO

«Es parte de una positiva tendencia en los últimos tres años. Con respecto al Brexit, la gente está reaccionando a lo que está pasando en Reino Unido. Han llegado a la conclusión de que aunque no amen las instituciones ven que es mejor formar parte de la UE para al menos reformarla desde dentro», sostiene el portavoz del Parlamento Europeo, Jaume Duch, quien al mismo tiempo alerta que, según distintos eurobarómetros, el 40% de europeos no consideran la democracia como algo esencial siempre que se garantice una mayor protección y esfuerzos en prestaciones sociales. Ante esta tendencia, el objetivo de los euroescépticos se dirige más a adaptar la UE a sus intereses que a buscar un divorcio a la británica.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación