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El batacazo en las regionales alienta las voces contra la política de Merkel con los refugiados

La CDU de la canciller retrocede en los tres «lander en beneficio de los ultras antiinmigración de la AfD

El revés agrava la división interna de los conservadores sobre la política migratoria

Berlín Actualizado: Guardar
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El revés sufrido por la CDU en las elecciones regionales celebradas ayer en tres «lander» alemanes ha elevado el tono de las voces críticas con la política de puertas abiertas a los refugiados de Angela Merkel. El día después de unos comicios que han castigado a los conservadores y engordado a la ultraderechista Alternativa por Alemania (AfD), que propugna el cierre de las fronteras alemanas, se redoblan los llamamientos a la canciller para que cambie el rumbo.

La Unión Cristiano Demócrata de Merkel perdió apoyos en todos los estados en los que ayer se renovaba el Parlamento local: el industrializado de Baden Würtemberg, el vinícola de Renania Palatinado y el oriental y menos desarrollado de Sajonia Anhalt.

Es la primera vez que los electores alemanes tienen la oportunidad de pronunciarse en las urnas sobre la política migratoria del Gobierno federal. La AfD explotó su línea dura al respecto y se hizo con cerca de un 25% de los sufragios en Renania Palatinado, convirtiéndose en la segunda fuerza política allí, y avanzó también en las otras dos circunscripciones.

«La llamada para despertar», proclama la primera plana de hoy en en el periódico Handelsblatt sobre una caricatura de Merkel en chándal intentando levantar dos pesos que representan su conservadora CDU y el SPD, partido socialdemócrata con el que mantiene una coalición en el Gobierno. El diario financiero afirma en un editorial que «simplemente seguir en la misma vía no es una opción», en referencia a la crisis de los refugiados y a la falta de respuestas convincentes desde la CDU y el SPD.

En sus propias filas

Pero las pullas le han llegado a Merkel también desde sus propias filas. Andreas Scheuer, secretario general de la Unión Social Cristiana, partido hermano de la CDU, dijo que Alemania necesita dar con soluciones rápidas y efectivas para limitar el flujo migratorio. «La razón central es la política refugiados. No tiene sentido disimularlo», dijo por su parte el presidente de la CSU y primer ministro bávaro, Horst Seehofer, durante un acto de su partido. Seehofer, no obstante, sostiene que Merkel sigue siendo la canciller adecuada.

Según el político bávaro, el principal crítico de la política de refugiados de Merkel dentro de las filas conservadoras, los resultados y la entrada de los populistas de derecha de Alternativa por Alemania (AfD) en los tres estados federados donde se celebraron elecciones exigen un cambio de curso. «Debemos decirle al pueblo que hemos entendido y sacaremos consecuencias de los resultados. No puede ser que después de un resultado así la respuesta sea que todo seguirá igual», dijo Seehofer. Erika Steinbach, diputada de la CDU, fue aún más lejos y sugirió que el Gobierno está actuando «como una dictadura» en el asunto de los refugiados.

Al filo del mediodía del lunes, la propia Merkel compareció para dar su análisis del varapalo sufrido. Admitió que la CDU vive un «día difícil» y que los malos resultados se deben a la falta de una «solución duradera» a la crisis migratoria, lo que, a su juicio, «ha creado inseguridad en los ciudadanos». La canciller y líder de la CDU indicó que el cierre de las fronteras en la ruta de los Balcanes ha derivado en una «reducción clara» de la llegada de refugiados al país, pero advirtió de que no puede ser una situación permanente y reclamó medidas a «escala europea».

Merkel incidió asimismo en la necesidad de «distanciarse» del populismo de derechas representado por Alternativa para Alemania (AfD), la formación que ayer se alzó como vencedora moral de los comicios ya que como tercera o incluso segunda fuerza, mientras que su gran coalición sufrió una fuerte caída de votos.

Alemania ha asumido más de 1.100.000 inmigrantes que huyen de Oriente Próximo, África y otros lugares y se espera que varios cientos de miles lleguen este año. Una auténtica avalancha que, muchos creen que Merkel está gestionando con una tibieza y generosidad excesivas.

Incluso quienes, como los editorialistas de Bild, sostienen que Merkel debe insistir en la línea seguida hasta ahora señalan que el precio a pagar será una división todavía mayor en la unión conservadora. Y la misma publicación recuerda que «ningún canciller en Alemania ha sido capaz de gobernar contra su propio partido por mucho tiempo».

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