Matanza en Orlando

El autor de la masacre de Orlando llamó a la policía en medio del tiroteo

En sus llamadas, Omar Mateen mostró su lealtad al Estado Islámico, no pidió nada y se mostró «frío y calmado»

ORLANDO Actualizado: Guardar
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El autor de la masacre en el club Pulse de Orlando, Omar Mateen, llamó a la policía mientras mantenía retenido a un grupo de personas en un baño del local. Después de un primer intercambio de disparos a las 2:02 de la madrugada cerca de una de las entradas del establecimiento con un policía uniformado fuera de servicio -en EE.UU. los agentes pueden trabajar para locales privados al margen de su trabajo habitual- Mateen se retiró a los servicios con varios secuestrados, según ha explicado este lunes el jefe policial de Orlando, John Mina, en una rueda de prensa.

Mientras tenía a esas personas retenidas, el agresor telefoneó al número de emergencias 911 y contactó con la policía.

En las conversaciones que siguieron durante las tres horas siguientes, el agresor expresó su lealtad a Daesh, pero no hacía reclamaciones concretas. «No pedía mucho, éramos nosotros los que hacíamos la mayoría de las demandas», señaló Mina.

Según el responsable policial de esta ciudad del centro de Florida, Mateen no perdía la calma: «Yo diría que él estaba frío y tranquilo mientras nos hacía esas llamadas», apuntó.

En el transcurso de esas llamadas, empezó a hablar de bombas y explosivos y la policía se temió que fuera inminente una mayor pérdida de vidas. Después de tratar sin éxito abrir una brecha en la pared del baño con explosivos, la policía decidió irrumpir con un vehículo blindado conocido como Bearcat, que esta vez sí logró romper el muro y permitió que los clientes retenidos pudieran salir de aquel infierno. También lo hizo Mateen, que disparó contra los agentes de operaciones especiales. Uno de ellos recibió un impacto en el casco, que le salvó la vida. A su vez, el atacante fue disparado y murió. «Los agentes de operaciones especiales actuaron de forma muy heroica y valiente para salvar muchas, muchas vidas», recalcó John Mina.

Una tercera arma en el coche

También se ha sabido que, además del fusil de asalto y de la pistola con que irrumpió en el club Pulse y que habían sido adquiridas pocas semanas antes, tenía otra arma de fuego en el coche con el que llegó hasta el lugar desde la localidad donde vivía, en la costa atlántica de Florida.

Entre tanto, los trabajos de identificación de los cadáveres del peor tiroteo en la historia de Estados Unidos están ya casi completados. El número de víctimas mortales es de 49 -el propio Mateen suma los 50 muertos de los que se venía hablando el domingo- y de estas han sido identificadas 48. Hasta esta mañana, se había podido comunicar a las familias de 26 de ellas.

De los más de 50 heridos, 43 siguen hospitalizados y seis de ellos van a ser operados este lunes.

Aunque se ha confirmado que Omar Mateen actuó solo dentro del club, se sigue investigando por si hubiera posibles conexiones con la organización islamista a la que mostraba su lealtad.

Declaración de emergencia

El gobernador de Florida, Rick Scott, también presente en la rueda de prensa, ha pedido ayuda federal para medidas sanitarias y de seguridad, y ha enviado una carta al presidente de EE.UU., Barack Obama, para reclamar que emita una declaración de emergencia.

La conmoción causada por esta tragedia ha llevado a celebrar la pasada noche numerosos actos de vigilia en memoria de las víctimas tanto en Florida como en otros puntos de la geografía estadounidense.

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