Imagen de las niñas secuestradas por la banda yihadista nigeriana Boko Haram
Imagen de las niñas secuestradas por la banda yihadista nigeriana Boko Haram - CNN

Algunas niñas secuestradas son utilizadas ahora como suicidas por Boko Haram

Según un informe de Human Rights Watch con testimonios de testigos, familiares y de algunas de las propias secuestradas que lograron escapar, esta es la nueva «tendencia» de la banda yihadista nigeriana

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El secuestro como táctica militar por parte del grupo rebelde es relativamente reciente. En enero de 2012, el líder de Boko Haram, Abubakar Shekau, amenazaba por primera vez con iniciar una serie de raptos contra las esposas de los funcionarios del Gobierno, en castigo por la encarcelación de familiares del grupo islamista (más de 100 mujeres relacionadas con Boko Haram habían sido detenidas).

No obstante, el aumento de secuestros desde mediados de 2013 parece marcar un cambio de estrategia. Solo un año después, un informe de la organización Human Rights Watch denunciaba cómo las mujeres y niñas secuestradas por el grupo islamista fueron obligadas a casarse, convertirse al islam, soportar maltrato físico y psicológico, trabajos forzados, así como agresiones sexuales durante su cautiverio.

El estudio recogía testimonos de jóvenes que escaparon del archiconocido rapto de 276 niñas de una escuela de Chibok en abril de 2014.

Ahora, sin embargo, la «tendencia» es convertirlas en suicidas. Valga este ejemplo: Cerca de las dos y media de la tarde del 10 de diciembre de 2014 en la localidad de Kano, norte de Nigeria. Dos jóvenes en hijab se inmolan dentro de un baño público del mercado de Kantin Kwari. Al menos una decena de personas pierden la vida.

«Me dijeron: “irás al cielo si lo haces”. Y yo les dije: “no, no puedo hacerlo”. Entonces me aseguraron que me fusilarían o me encerrarían». Días después de la masacre, éste era el explícito testimonio de Zahra’u Babangida, una niña de apenas 14 años que fue detenida, la misma jornada de la tragedia, con explosivos adheridos a su cuerpo. Arrepentida en el último instante, su testimonio es, todavía, uno de los escasos documentos sobre la forma de actuar del grupo islamista de Boko Haram.

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