Akihito, el modernizador de la monarquía más antigua del mundo

Tras suceder en 1989 a su padre, Hirohito, el Emperador de Japón se ha ganado el cariño de su pueblo por su talante conciliador

El emperador de Japón, Akihito, junto a su esposa, la emperatriz Michiko REUTERS
Pablo M. Díez

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A sus 85 años, que cumplió en diciembre, el Emperador Akihito de Japón lleva en el trono desde 1989 y ha sufrido varios problemas de salud que le han obligado a someterse a importantes operaciones . En 2003 fue intervenido de un cáncer de próstata y, en 2012, pasó cuatro horas en el quirófano para una operación de «bypass» en el corazón. Durante su convalecencia, el príncipe Naruhito actuó como regente, lo que le sirvió para empezar a descubrir el rol que le tocará desempeñar a partir de ahora.

En la hora de su retirada, el pueblo japonés despide a Akihito con todos los honores al haberse ganado su cariño. Y eso que no lo tenía fácil debido al trágico pasado militar del imperio del Sol Naciente. Su padre, Hirohito, se libró de ser juzgado por los Aliados tras la derrota de Japón en la Segunda Guerra Mundial, pero se vio desposeído de su carácter divino y la monarquía quedó reducida a una institución meramente ceremonial.

Tras sucederlo en 1989, en una fastuosa ceremonia de proclamación después de diez meses de luto, Akihito tuvo que enfrentarse al estallido de la burbuja inmobiliaria y a la crisis financiera que sacudió a Asia a mediados de los 90. Tocaban tiempos difíciles para la hasta entonces boyante economía nipona, que lleva ya dos décadas estancada.

A pesar de estos problemas, sus súbditos valoran el carácter conciliador de Akihito, quien durante su reinado ha recordado en varias ocasiones las atrocidades cometidas por el Ejército imperial nipón durante la invasión de buena parte de Asia. Así lo hizo en 1990 en Corea del Sur, que fue colonia japonesa entre 1910 y 1945, y dos años después en China, cuando se convirtió en el primer soberano nipón en visitar este país. En 2015, durante el 70 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial, Akihito expresó su “profundo arrepentimiento” por el dolor infligido por su país durante la contienda.

En su modernización de la monarquía nipona, probablemente la más antigua del mundo gracias a sus 1.300 años de historia , Akihito fue el primer soberano en casarse con una plebeya, Michiko, en 1959. Además de los príncipes Naruhito y Akishino, la pareja tiene una hija, Sayako, que perdió el título cuando se casó en noviembre de 2005 con el plebeyo Yoshiki Kuroda, funcionario del Departamento de Urbanismo de Tokio. Ahora, también será el primer monarca japonés de la era moderna en abdicar.

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