Migrantes procedentes de Hungría esperan un bus en la frontera con Austria, en Nickelsdorf, ayer. La oleada de refugiados que ven en Hungría la puerta de entrada para solicitar asilo en Europa Occidental no se reducirá en las próximas semanas.
Migrantes procedentes de Hungría esperan un bus en la frontera con Austria, en Nickelsdorf, ayer. La oleada de refugiados que ven en Hungría la puerta de entrada para solicitar asilo en Europa Occidental no se reducirá en las próximas semanas. - efe

Las muestras de solidaridad ciudadana más sorprendentes con los refugiados

Algunos se han remangado y han ofrecido camiones para ir a Siria, comida, bicicletas y algunas autoridades, por su parte, han apostado por el uso de pisos vacíos o de hospitales

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Bruselas ya ha hecho el reparto. De los 120.000 refugiados que acogerá Europa, España recibirá a 14.931 aunque el total es de 17.680, sumando los 2.749 acordados en mayo). Respecto a esta decisión, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, aseguró ayer que aceptaría la cifra de refugiados que plantee la Comisión Europea, «sin discutir», y aclaró que será muy constructivo.

Pero mucho antes de que se decidiera la cifra, e incluso, cuando se discutía el reparto y se diseñaba la tan necesitada «hoja de ruta» para resolver el drama de los refugiados, la gente se remangó y propuso una serie de propuestas, algunas muy peculiares.

Por poner algunos ejemplos, el alcalde de Valencia, Joan Ribó, se refirió a la posibilidad de crear un «corredor humanitario» marítimo para trasladar a los refugiados desde Siria hasta las costas valencianas sin pasar por Europa.

Pero fue más allá y señaló que de llevarse a cabo esta propuesta, «el Ayuntamiento utilizaría el edificio Veles e Vents como centro de distribución». Para Ribó, poner a disposición de los refugiados una de las instalaciones construidas con motivo de la celebración de la Copa América de vela es un «gesto simbólico».

La Agencia de la ONU para los Refugiados ( ACNUR), señaló que muchos psicólogos se prestaron de forma gratuita a atender a los recién llegados. «Asociaciones de psicólogos se ofrecieron para atender a personas que pudieran tener dificultades por estrés postraumático, que sufrieron las secuelas de la guerra, etc.».

Comida y camiones

También se ha ofrecido comida, camiones para ir a los países de conflicto y recoger refugiados, e incluso, ropa o bicicletas, explican. «Evidentemente, sabemos que estas propuestas se hacen con la mejor intención pero hay que evaluar cada una de estas opciones para saber lo que es viable, lo que encaja y si realmente se puede gestionar. Hay que tener en cuenta que se necesita la coordinación de las autoridades. Estas personas necesitan documentación gestionada entre el país en el que están refugiados y el de acogida, etc. Se agradece muchísimo el interés pero hay que hacerlo de forma coordinada. Por poner un ejemplo, en el caso de la comida habría que evaluar la caducidad de los alimentos, el coste de trasladarlos y clasificarlos, etc. El grueso de las peticiones se evaluará y se tendrán en cuenta las que se puedan mantener a largo plazo».

La coordinación global la lleva el gobierno a través de la recién creada Comisión Interministerial y además «hay diferentes ministerios que intervienen y que se están coordinando con las administraciones para recopilar todas las propuestas. En la reunión con el Ministerio de Empleo (que gestiona la acogida e integración) se planteó la necesidad de crear de forma urgente una base de datos que pudiera recoger las propuestas para evaluarlas y analizarlas», señalan desde ACNUR. De hecho, y aunque las ONGs ya dispongan en sus portales de la opción de hacer donaciones, también «se habló de crear un fondo especial para recibirlas».

Parroquias y casas de particulares

Por su parte, multitud de diócesis plantearon (con la ayuda de Cáritas) la manera de acoger a estas personas que huyen de la guerra o el hambre. La movilización de la Iglesia también tiene que ver con que al finalizar el rezo del Ángelus el pasado domingo, el Papa Francisco hizo un llamamiento a las parroquias, comunidades religiosas, monasterios y santuarios de toda Europa para que acojan a las familias de refugiados sirios.

Respecto a la posibilidad de acoger personas en su casa, ACNUR señaló que desconocen «cómo va a gestionarse esa iniciativa, pero es importante que haya coordinación con el organismo de Gobierno encargado de la acogida e integración de los solicitantes de asilo y de los refugiados. No hay nada establecido hasta el momento y es el Gobierno el que tiene que pronunciarse al respecto. Si llegara a producirse, hay que tener en cuenta qué persona tiene más necesidad, cuáles son las necesidades de las familia de acogida...Ellos pasan unos seis meses de estancia en centros pero no tienen recursos y luego tienen que derivarlos, salen de los programas y no tienen dónde ir. Los refugiados necesitan además una referencia, gente que los ayude a nivel afectivo incluso», señalan desde ACNUR.

La secretaria general de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), Estrella Galán advirtió de que «la lógica humanitaria del sufrimiento y la emoción no debe sustituir a la lógica de la justicia y los derechos. El hecho de que la gente de un paso adelante debería avergonzar a los Estados que están pasivos ante la situación. Pero hay que tener en cuenta que los refugiados tienen derechos y que en España hay una red de acogida con enorme experiencia, gestionada por profesionales. Muchos refugiados necesitan atención psicológica, han sufrido violencia extrema y la buena voluntad está bien, pero hay que actuar con profesionalidad y sobre todo, darles autonomía y no estar a expensas de que alguien les quiera dar de comer o no, es un derecho el poder pedir asilo».

Pisos vacíos y hospitales

Por otro lado, la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, señaló que promovería, en caso de ser necesario, que familias madrileñas cedan al Consistorio pisos vacíos para acoger en ellos a refugiados haciéndose cargo el Consistorio del cuidado y del pago de gastos, además de comprometerse a devolverlos cuando el ciudadano los necesite.

Entre otras propuestas figuran las de la concejala de Atención a las Personas e Igualdad del Ayuntamiento de Oviedo, Marisa Ponga, que señaló que el Consistorio destinará 20.000 euros a la compra de 1.000 kits de rescate para los refugiados. Por otra parte, la vicealcandesa de Oviedo, Ana Taboada (Somos), propuso usar las instalaciones del antiguo Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) para acogerlos, auque Ponga calificó la idea de «precipitada».

A estas propuestas se suma la ya conocida, iniciada por la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, de la Red de Ciudades Refugio a la que más municipios y comunidades autónomas se adhirieron concretando incluso la capacidad de personas que podrían recibir.

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