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El polémico centro cultural Néstor Kirchner inaugurado este jueves en Buenos Aires - abc
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El kirchnerismo celebra sus doce años en el poder con la inauguración de una obra faraónica

Cristina Fernández preside la ceremonia oficial en el megacentro cultural dedicado a su difunto marido, Néstor Kirchner, cuando el edificio aún no está terminado. Su presupuesto inicial se ha triplicado

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La presidenta de Argentina inauguró el pasado jueves una planta de reciclado de residuos en Bariloche. Lo hizo por teleconferencia y hasta conversó con una trabajadora que celebró las flamantes instalaciones como «un sueño cumplido». Cristina Fernández, conmovida, le respondió: «Sos una caricia al corazón y al alma». Posteriormente, se supo que la planta aún no estaba acondicionada, permanece vacía, inoperante y los trabajadores siguen hurgando en la basura de un vertedero insalubre donde lo que acarician sus manos no es precisamente almas blancas. Siete días más tarde -cuando este mes se cumplen doce años de kirchnerismo en el poder-, Fernández ha inaugurado este jueves el mayor centro cultural de Latinoamérica, que lleva el nombre de su difunto marido, Néstor Kirchner.

El monumental edificio, próximo a la Casa Rosada, tiene una superficie superior a los 88.000 metros cuadrados, un consumo eléctrico previsto equivalente al que necesita una población de 15.000 habitantes y un presupuesto astronómico para su remodelación. De 2.469 millones de pesos, según el Ministerio de Economía, y de 3.811, según el Grupo de Investigación y Análisis de la República Argentina (Giara).

Con su coste se podrían construir cuatro hospitales o más de cien escuelas

El único detalle que empañó la ceremonia –que congregó a lo más granado del kirchnerismo y del mundo de la cultura argentina– es que el centro, como sucedió en Bariloche con la planta de residuos, no está terminado y la cortina inaugural sólo se pudo alzar en un sector.

Contra reloj, 2.300 personas estuvieron trabajando día y noche en turnos de ocho horas durante las últimas semanas. El objetivo era tener, al menos parcialmente, acondicionado el edificio para que la presidenta pudiera organizar, en compañía de su Gobierno, gobernadores, las cámaras de televisión y otros invitados, una ceremonia por todo lo alto. Esta se enmarcó, además, en los actos que conmemoran el aniversario de la Revolución del 25 de mayo que precedió a la independencia de Argentina de España.

El Centro Cultural Néstor Kirchner supera todos los monumentos, calles, gimnasios y espacios consagrados a la figura del anterior presidente de Argentina. También los gastos de su rehabilitación son estelares. El diario «La Nación» estima que con el dinero invertido –el pasado y el que queda– se podrían haber construido cuatro hospitales de alta complejidad. Otra comparación ilustra el escenario de un proyecto que pasó de costar 926 millones de pesos a 2.469, según el Ministerio de Economía. Es decir, se triplicó. Con esos fondos, calcula «La Nación», podrían levantarse entre 123 y 224 escuelas en la provincia de Buenos Aires.

Órgano y pianos de lujo

El equipamiento de este imponente edificio próximo a la Casa Rosada –antiguo Palacio de Correos y Telégrafos– también responde al espíritu generoso de la presidenta de Argentina cuando se trata de rendir tributo a su difunto marido. En la sala de conciertos, con capacidad para unas dos mil personas, conocida como Ballena Azul, por su diseño y el color de las paredes, lucirá un magnífico órgano de viento de 3.500 tubos y 46 registros, diseñado en Alemania por la firma Klais. También se encargaron dos pianos Yamaha, modelo CFX, de 2,75 metros de largo por 21,6 metros de ancho y una altura de 103 centímetros, a la casa central de Tokio.

Las partidas para solventar los gastos de estas compras provienen del Ministerio de Planificación. Su valor en Estados Unidos es de 180.000 dólares, mientras que en Argentina cuesta 250.000 dólares, según estimación de la web eliminandovariables que lo atribuye a que las piezas las tienen que embarcar desde la planta nipona.

«Será uno de los centros culturales más grandes del mundo, en el que dialogarán todas las artes -destacó la ministra de Cultura, Teresa Parodi- Se abre un espacio que será un hito en la historia de la cultura argentina. Será profundamente federal y una ventana al mundo para mostrar todo lo que tenemos en el país y en Latinoamérica. El país y el continente lo están esperando». La gente, para poder entrar, también.

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