A la izquierda, el gobernador peronista y oficialista de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli y a la derecha, el jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, el tradicional Mauricio Macri.
A la izquierda, el gobernador peronista y oficialista de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli y a la derecha, el jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, el tradicional Mauricio Macri. - reuters/efe

Scioli y Macri, el gobernador y el jefe de la ciudad de Buenos Aires, favoritos para suceder a Cristina Kirchner

La presidenta no encuentra un favorito de su gusto que le garantice inmunidad y respeto a su Gobierno

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La recta final del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner se corre en paralelo con la de los aspirantes a sucederla, el 10 de diciembre, en la Presidencia. Tres sondeos, con órdenes alternativos, anticipan un escenario electoral con dos hombres, codo a codo, en cabeza: El gobernador peronista y oficialista de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli (Frente para la Victoria) y el jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, el tradicional Mauricio Macri (Pro). En tercera posición aparece el ex jefe de Gabinete de la viuda de Kirchner y acérrimo crítico del Gobierno: Sergio Massa (Frente Renovador).

Las encuestadoras en Argentina, como en Perú en época electoral, no gozan del mayor crédito pero no hay que perderlas de vista.

En el caso de Argentina, cuando aún faltan algunos meses para llegar a octubre, fecha de la primera vuelta de las elecciones presidenciales, las consultoras –salvo excepción- parecen apuntar en la misma dirección y salvar la ropa con el clásico margen de error de entre dos y casi tres puntos.

La firma Management & Fit aprecia un empate técnico entre Scioli, con 29,5 por ciento de votos, y Macri con 28,8 mientras a Massa le deja relegado a un lejano 14,6 por ciento. En similar línea se manifiesta Poliarquía al colocar al gobernador de Buenos Aires con el 31 por ciento, a Macri con un 25 y a Massa con el 21 por ciento. Giacobe & Asociados se anima a poner a Mauricio, nombre propio de campaña que logró instalar hace tiempo, con el 31,2 seguido de Scioli con el 19 y Massa derrumbado con el 15,4 por ciento.

Hay un cuarto sondeo que rompe el molde de la tendencias anterior. Polldata sitúa a Macri en primer puesto con el 26,4 por ciento pero, la novedad, asciende a Massa en segundo lugar con el 24,2 por ciento.

Aunque es temprano para que Macri o Scioli lancen las campanas al vuelo, raro sería que la disputa final de octubre no fuera entre ellos. Dicho esto, la pregunta del millón, salvo conocer el nombre del victorioso, es quién representará a Cristina Fernández de Kirchner, a quién prefiere ella y que capacidad de influencia tiene entre los argentinos a la hora de depositar un voto que no puede ser suyo porque la Constitución prohíbe un tercer mandato consecutivo.

Sin herederos

«Los Kirchner nunca tuvieron herederos en Santa Cruz (la provincia patagónica que gobernaron por más de una década) y tampoco lo van a tener a nivel nacional», asegura Graciela Ocaña, ex ministra de Salud de Cristina Fernández. Ceferino Reato, periodista y autor de libros que explican algunos episodios claves para entender la Argentina de los años 70, como «Viva la sangre», «Operación traviata» y «Disposición Final», observa, «los candidatos que le gustarían no levantan en las encuestas. Su hijo Máximo ni siquiera mide para ser intendente (alcalde) de Río Gallegos, es un joven de ideas viejas muy cuestionado». «Tampoco creo –continúa- en la fórmula Florencio Randazzo y Axel Kicillof», dos ministros, de Transporte y de Economía, considerados «pata negra» del kirchnerismo.

Sin poder designar un «delfín» que le entusiasme, Cristina Fernández va a tener difícil no aceptar que su mejor candidato del oficialismo es Daniel Scioli. El gobernador está dispuesto a aceptar todas las imposiciones que se le ocurran a «la jefa» incluido el nombre de su vicepresidente (se baraja el de Axel Kicillof).

Tanto la presidenta como su difunto marido, le sometieron sistemáticamente a humillaciones que fue encajando como si el objeto de la ira del matrimonio Kirchner fuera contra otro. «Igual, ella no se fía. Ve a Daniel capaz de cualquier cosa para ser Presidente y, naturalmente, de traicionarla una vez que lo consiga», confía un peronista que conoce las debilidades de la mujer más poderosa de la historia de Argentina a excepción de Eva Duarte de Perón.

Colección de causas contra Kirchner

La «traición» va más allá de un cambio de rumbo, inevitable, para el futuro presidente si éste fuera Scioli. El temor de Cristina Fernández de Kirchner es que el gobernador termine entregándola a los jueces que aguardan, con una colección de causas sobre la mesa, que le llegué su hora. «Dependerá de la magnitud de la crisis que tenga que administrar y del enojo de la opinión pública», reflexiona Reato sin distinguir sucesor.

Otra cosa sería que el próximo presidente fuera Mauricio Macri, poco dado a las turbulencias y el revanchismo. Por eso, algunos sectores consideran que «Cristina», como se refieren a la presidenta, «va a jugar para él. Como hizo Menem con (el radical) Fernando De La Rúa cuando se enfrentó a Eduardo Duhalde», el peronista que perdió en las urnas, en 1999, lo que ganó después, el 2 de enero del 2002, en una Asamblea Legislativa.

Pero, posiblemente, el candidato más peligroso para la presidenta sea Sergio Massa, su ex jefe de Gabinete y el único que, en privado, promete hacerla desfilar por el banquillo tantas veces como pueda.

Todo es posible, incluso que Cristina Fernández, antes de marcharse, sueñe con una vuelta gloriosa modelo su vecina Bachelet. Otra cosa es que sea probable aunque ella diga: «Ojalá que en 2019 no me necesiten». De lo que hoy por hoy no hay duda es de que, en palabras de la politóloga Clara Riveros, el proyecto de, «Cristina eterna, muy a pesar de los suyos, está terminado».

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