El 70 por ciento de los argentinos creen que el fiscal Nisman fue asesinado

Los argentinos no creen que el Fiscal Federal, Alberto Nisman, se descerrajara un tiro en la cabeza. El 70 por ciento, según una encuesta de la firma Ipsos, está convencido de que le asesinaron y, un dato estremecedor, más de la mitad de estos apunta al Gobierno como responsable de su muerte.

La posibilidad de que la presunta mano asesina se esconda entre los muros de la Secretaría de Inteligencia (SI), la defiende un 21 por ciento de los encuestados y sólo un 18 por ciento cree que el fiscal, cuyo cuerpo se descubrió el domingo sin vida junto a la pistola en su propio cuarto de baño, se suicidó.

El sondeo, publicado en el portal Infobae, arroja otro dato que no favorece, por no hablar de pisotear, la imagen de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner: el 82 por ciento de los encuestados considera «creíble» la denuncia del fiscal donde la imputó por orquestar un «plan criminal de impunidad» y sellar una «alianza con el terrorismo» iraní a cambio de, entre otros, beneficios comerciales.

El estudio observa que apenas un 18 por ciento de los entrevistados considera «no creíble» las acusaciones de Nisman del pasado jueves contra la jefa del Estado, su ministro de Asuntos, Héctor Timerman, el diputado Andrés alias «el cuervo» Larroque, agentes de inteligencia y otras personas próximas a la jefa del Estado.

La encuesta, con un margen de error de menos de 5 puntos, deja en una posición terrible al Ejecutivo además de poner de manifiesto la desconfianza de los argentinos en la Justicia. Apenas un 8 por ciento de los entrevistados considera «muy probable» la condena de los culpables del atentado a la AMIA en el que murieron 85 personas y más de trescientas resultaron heridas. Un 27 lo ve como «algo probable», un 45 como «algo improbable» y un 17 por ciento como «muy improbable».

Un pasadizo

Con este sondeo reciente (se realizó el lunes en todo Buenos Aires), el hallazgo de un tercer acceso, en rigor pasadizo, a la vivienda del fiscal donde se aprecia una pisada y huella dactilar fresca, aumentó –al menos de momento- las dudas en la sociedad sobre la teoría del suicidio, abonada de inmediato desde el Gobierno. Ese corredor oculto es el que utilizan los técnicos para revisar el aire acondicionado.

En este contexto, Walter, el cerrajero encargado de abrir la puerta del piso de Nisman, declaró, que apenas tardó «dos minutos» en abrir la cerradura y confirmó que « la de servicio estaba sin cerrar, empujé la llave y entré. Cualquiera podía hacerlo».

El fallecimiento de Nisman, de momento, está clasificado oficialmente de «muerte dudosa». Su cuerpo permanece en la morgue y, por decisión judicial, no se entregará a sus familiares hasta que se repitan nuevas pruebas encargadas por la juez Fabiana Palmaghini.