«Mi mamá no tiene pelo»: cómo ayudar a los niños a afrontar la enfermedad

Cuándo Olga Avellán supo a sus 38 años, y embarazada, que tenía cáncer. Escribió un cuento para que los padres no aparten a los hijos del proceso de la enfermedad y sepan cómo afrontarla, aunque tenga un triste final, como le ocurrió a esta madre

Olga Avellán y su pequeño Alejandro, antes de que ella falleciera el pasado mes de febrero con 45 años
Laura Peraita

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Olga Avellán residía en Alicante y se consideraba una mujer feliz . Tenía un trabajo que la apasionaba y disfrutaba de la maternidad con su hijo Alejandro. La vida le sonreía. Sin embargo, un 14 de octubre de 2019 su mundo se paralizó. A los 38 años, y embarazada de dos meses, le diagnostican un cáncer de mama. Alejandro tan solo tenía tres años y fue uno de los grandes perjudicados. Su madre no sabía cómo contarle la noticia de la enfermedad , qué palabras usar, cómo gestionar sus sentimientos cuando ni siquiera ella sabía afrontar los suyos. Además, el pequeño fue de casa en casa: la de sus abuelos, de primos, la de amigos... mientras su madre intentaba recuperarse de los fuertes tratamientos a la que estaba sometida.

En una ocasión, Olga escuchó con gran asombro cómo su hijo le decía a unos niños del colegio: «Mi mamá no tiene pelo». Le hizo recapacitar y pensar que Alejandro tenía derecho a entender lo que le estaba pasando a ella y formar parte de ese proceso porque, aunque era pequeño, sabía que algo sucedía. Decidió que ya no le llevaría más de casa en casa y le metió en su proceso de la enfermedad explicándole la situación con mucha delicadeza y amor.

Fruto de esta experiencia, se puso manos a la obra para escribir un cuento, «Mi mamá no tiene pelo», que ha sido publicado en la editorial La Voltereta . «Cuando me contaron la historia —asegura a ABC Francisco Rovira, director de la editorial—, me sentí totalmente identificado. Mi padre murió de cáncer cuando yo solo tenía 9 años y recuerdo que intentaron que estuviera en casa el mínimo tiempo posible llevándome con mis abuelos, tíos, etc., para no ver la realidad. Yo no entendía nada, pero sabía que ocurría algo que no era bueno».

«Mi mamá no tiene pelo» es un cuento ilustrado que sirve como herramienta para contar a los más pequeños la enfermedad de un ser querido y ayudarles a la asimilación de este proceso de cambio. « Está escrito desde la perspectiva de los sentimientos de un niño , se tratan con naturalidad las emociones que experimentan y las fases necesarias para llegar a la asimilación conjunta en familia —añade Rovira—. Lo importante es implicarles porque ayuda a vivirlo con mayor complicidad y entendimiento».

Andi y sus sentimientos

Ella cansada, él perdido

Andi es el protagonista de esta delicada historia que aborda los sentimientos experimentados frente a los cambios producidos en su vida por el cáncer de mama de su madre. Narra en primera persona cómo Andi, de un día a otro, empieza a ir muy a menudo a casa de unos amigos, a casa de sus tíos, muchos días se va antes de comer con el abuelo... y no entiende porqué su madre ya no pasa tiempo con él. Ella cansada, él perdido . Los dos perdidos. La situación los aleja y esto afecta emocionalmente a ambos. Un día, mamá habla con Andi y le hace ver qué está pasando . Involucrarlo en el proceso hace que empatice con su madre y los una de nuevo. Porque vivir el proceso juntos es más fácil .

«El cuento está dirigido a niños de 3 a 7 años y para ver la luz han participado más de diez profesionales de la salud mental y la educación entre los que destacan la participación de un psicólogo clínico, tres psiquiatras infantiles y dos pedagogas que han ayudado a cuidar el enfoque y medir bien las ilustraciones y palabras para adaptarlas a los ojos y oídos de los más pequeños», resalta el directo de la editorial.

Explica que el cuento está ilustrado en acuarela para que, por medio del uso y psicología del color , les ayude a entender sus emociones y qué está pasando. Presenta pocas palabras para, de este modo, adaptarlo a la situación personal, necesidad y momento de cada familia. Antes de comenzar la lectura, el cuento incluye una guía de ayuda para adultos , redactada por los autores y los profesionales de la salud, para que, en el momento de contárselo al niño, tengan a mano las recomendaciones de los profesionales sobre cómo contarlo y cómo contestar a las preguntas que hagan los niños.

«Desgraciadamente, Olga falleció en febrero de este año —asegura con tristeza Francisco Rovira—. Nuestra primera campaña fue todo un éxito y hemos sido galardonados con el Premio Onda Cero Elche a la Comunicación. Nuestro objetivo ahora es llevar el cuento a todo hogar que pueda necesitarlo: con más y más tiradas repartidas de forma continua, poniendo ejemplares gratuitos a disposición de personas diagnosticadas de cáncer de mama e introduciendo el cuento en la red de bibliotecas de España. Además, el 50% de los beneficios de la venta de este cuento irán destinados a la creación de la «Beca de investigación Olga Avellán» para continuar la lucha contra el cáncer de mama y que será regida por la Federación Española de Cáncer de Mama (FECMA)».

Mamá hablando con Andi

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