Las salus ofrecen vigilancia y consejos a la madre
Las salus ofrecen vigilancia y consejos a la madre - ABC
CRIANZA

Contratar una enfermera o salus tras el parto, ¿a favor, o en contra?

Las familias solicitan este tipo de servicio durante uno o dos meses después del nacimiento del bebé porque les aporta seguridad sobre el cuidado del niño

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Las salus son enfermeras y auxiliares especializadas en la atención post-parto a domicilio. Estas profesionales ofrecen vigilancia, consejos y orientación sobre la evolución que debe tener la madre y su recién nacido, y a menudo sus servicios son un regalo que hacen los padres a sus hijas, o entre las amigas para las primeras semanas, para que las madres aprendan a cuidar a sus bebés, duerman y estén descansadas.

Las familias que contratan una salus durante uno o dos meses después del parto lo hacen porque les «aporta seguridad sobre el cuidado del bebé, y también porque les permite una mejor recuperación física de la mujer después del parto o cesárea, porque su ayuda hace que la mejora del cuadro clínico se produzca antes», según sus usuarias.

Pero el servicio también tiene sus detractores. Hemos preguntado a dos profesionales que nos defiendan las dos posturas al respecto, y esto es lo que nos han dicho:

A FAVOR

Paloma Santos Muñoz, directora de Salus Bebés

La nueva maternidad, es una etapa de cambios en la vida familiar que viene acompañada de una gran alegría, pero también de mucha incertidumbre. Con nuestro servicio de salus les ayudamos en todas las dudas que puedan llegar a tener en esos momentos. Enseñamos a las familias los distintos tipos de llanto, por qué se producen los cólicos y la manera de aliviarlos, cómo combatir la fiebre, ayudamos en la lactancia materna y artificial... y todo aquello que pueda ser desconocido para los nuevos padres. También factilitamos la recuperación postparto de la madre, y le procuramos la tranquilidad que necesita en un periodo tan delicado e importante para la mujer.

Nos adaptamos a todas las familias. Para ello existen varios horarios de trabajo: mañanas, tardes o noches, este último es el más requerido por los papás. Por la noche cuando la salus llega al domicilio, se encargan del bebé, lo bañan, les dan masajes, preparan los biberones, les dan de comer, les ayudan a echar los aires y los enseñan a dormir por las noches, depende del peso y del bebé, es el tiempo de duración para que adquiera el hábito. Si la mamá decide darle el pecho, hacen las mismas funciones, salvo cuando es la hora de la toma que se lo llevan a la mamá para que los alimente (última toma), en la toma de la madrugada, se le da un biberón con leche de la mamá, con el fin de esta descanse por la noche.

Nuestro trabajo contribuye también a que la situación de pareja no efectúe cambio radical. Habitualmente con la llegada del bebé, el padre se ve relegado a un segundo plano, y no disfruta plenamente de su recién nacido, por eso  Salus Bebés, con sus servicios de atención al bebé facilita el fortalecimiento de la relación, ya que el padre juega también un papel primordial e esta etapa, acompañando y apoyando moralmente a la madre durante este periodo de cambios físicos, hormonales y emocionales. Además le guiaremos para que se involucre desde el principio en los cuidados de su bebé.

El servicio está diseñado para todas las futuras mamás ypero muy especialmente para aquellas las familias que no cuenten con ayuda, hayan tenido un parto múltiple o la mamá haya pasado por una cesaréa.

EN CONTRA

Sabina del Río Ripoll, directora de Calma, Centro de Psicología y especialistas en Maternidad

Desde el gabinete de psicología perinatal Calma defendemos que es conveniente que sea la madre la que se haga cargo de los primeros cuidados del bebé en exclusiva o el máximo tiempo posible. De este modo, ese vínculo tan especial entre madre y bebé se irá desarrollando con normalidad. Este apego que el niño desarrolla hacia su madre va a proporcionarle la seguridad emocional necesaria para su desarrollo posterior.

Esto ya se tiene en cuenta en la mayoría de unidades de neonatología donde incluso con los prematuros se procura el contacto piel con piel de madre-bebé y que los padres sean los que se hagan cargo de los cuidados básicos e incluso médicos de sus bebés. Esto de cara a lo que necesita el bebé, pero es que una madre también necesita estar en contacto con su hijo, no se siente segura ni tranquila cuando se separa de él, ni cuando lo deja en manos de otros cuidadores. La mejor cuidadora de un bebé es su madre, es una madre dispuesta a conocer a su bebé, a mirarle, a escucharle a sentirle e interpretar sus necesidades. No es necesario que ningún profesional enseñe a ninguna madre cómo tiene que hacerse cargo de su hijo o darle recomendaciones sobre cómo debe alimentarle o dormirle.

En consulta econtramos casos en los que la madre estaba durmiendo en brazos a su bebé y alimentándole con lactancia materna a demanda y la salus recomendó dormir al bebé en la cuna para que no se acostumbrara a los brazos y se le alimentara con una pauta de cada tres horas). A nuestro juicio, esta profesional probablemente no entendía que el bebé no es que se acostumbre a los brazos, ¡¡es que los necesita para sentirse seguro y protegido!!

Es importante que transmitamos este mensaje, tu bebé va a estar mucho mejor en tus manos que en las de la más experta, por muchos años de experiencia con el cuidado de bebés que tenga. Tú eres la que mejor va a saber qué es lo que necesita. Pero es cierto que hoy en día encontramos a muchas madres que ante la angustia, incertidumbre e inseguridad que les supone enfrentarse a lo desconocido y a la dependencia total que exige un bebé, se sienten abrumadas y solicitan el servicio de estas profesionales antes de ni siquiera haber conocido a su hijo ni saber cómo se van a sentir con él.

No podemos pretender tener un bebé y seguir haciendo nuestra vida como si no lo tuviéramos, durmiendo ocho horas por las noches, entrando y saliendo de casa para seguir haciendo nuestra rutina previa de trabajo y aficciones… El puerperio es un tiempo de locura pero a la vez de mucha calma, de horas pasadas junto al bebé, mirándose, reconociéndose, disfrutándose, como en una burbuja, un poco al margen del exterior y su ritmo desenfrenado.

Esto es lo que necesita el bebé, pero también la madre si se permite conectar con él y confiar en su capacidad para ejercer como madre. Si aprende a tolerar la incertidumbre y la angustia de no saber qué hacer, el cansancio, el sueño, el desorden de la casa y el caos de horarios propios de este periodo.

Las salusson normalmente especialistas en enfermería, del ámbito sanitario. Pueden saber mucho de cuidados médicos, pero no tienen por qué tener una formación específica sobre lo que necesitan una madre y un bebé a nivel emocional y sobre la importancia del apego para el desarrollo sano del recién nacido. Su trabajo puede ser de gran ayuda cuando se requiere por alguna situación puntual tanto de madre como de bebé, en caso de que la madre esté sola y tenga que recuperarse de una cesárea, en caso de un bebé con algún problema que requiera cuidados médicos concretos, pero no como algo que se tiende a normalizar, sobre todo entre familias con un alto nivel adquisitivo.

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