TESTIMONIOS DEL CORONAVIRUS

Capítulo sexto del ingreso de Ramón por coronavirus: «Es España quien para el golpe»

Este hombre está ingresado por Covid-19 en el Hospital General de Villalba en Madrid desde el pasado día 27 de marzo

Ramón y su hija, desde la torre del homenaje del castillo de Peñaranda de Duero, Burgos. ABC

A continuación, reproducimos el capítulo sexto del diario de Ramón Pinna, ingresado desde el pasado viernes día 27 de marzo en el Hospital General de Villalba , en Madrid: «Es España quien para el golpe ».

-¿Entonces vuelves hoy a casa?

-«Creo que sí, a ver lo que dice finalmente la doctora, pero me siento casi bien del todo».

-«Me alegro mucho. Te deseo que te vaya muy bien. Ojalá todo esto acabe pronto y pueda volver a ver a mis hijas. Sabes, yo no soy enfermera, ni auxiliar. Yo limpio el hospital pero es casi lo más importante para que todo lo demás pueda funcionar y acabemos con el bicho. Como paso aquí tantas horas me da miedo llevar el contagio a casa así que mis hijas están con mi madre y mi hermana y yo me quedo sola hasta que esto pase... lo hacemos muchas personas que trabajamos y ahora vivimos así. Bueno, espero no verte mañana y cuídate mucho».

Eva, 35 años, miembro del cuerpo de choque de nuestra infantería de salud y emergencia que contiene el tsunami de la enfermedad en las playas arrasadas de nuestros hospitales... ella y tantos cientos de miles de mujeres y hombres valientes, cada una en su puesto y en su función y todos pendientes de echar una mano más.

Es España quien para el golpe.

Es nuestro Sistema de Salud, el de todos los españoles. Nuestra Seguridad Social y sus Mutuas Colaboradoras en la gestión de las prestaciones que forman el sistema de protección que todos quisimos y que todos debemos mantener.

Es España quien para el golpe.

La España de nuestras grandes empresas movilizadas como nunca antes en una causa única y la de los millones de pequeños empresarios que apretaron los puños y cerraron con fuerza los ojos para pagar la nómina de marzo, y que se dejarán el alma para la de abril, manteniendo así más de 17 millones de trabajadores por cuenta ajena en ese momento.

Es España quien para el golpe.

La España de nuestro campo y de nuestro mar, la de las granjas y las cosechas, nuestra España vaciada. Es nuestra potentísima industria agroalimentaria y nuestros extraordinarios operadores logísticos y de distribución.

Es España quien para el golpe.

Nuestros medios de comunicación, nuestros puertos y aeropuertos de carga y descarga y nuestras infraestructuras. Nuestra prensa y nuestros científicos, que quizás, y gracias a su infinito talento, van un paso por delante en la búsqueda del remedio.

Son las cuidadoras de nuestros mayores, a las que todos conocemos y a las que podemos contar por miles, por cientos de miles, aisladas hoy con ellos provistas de paciencia y de cuidados.

Y por supuesto, y como siempre, es nuestro Ejército y son nuestras fuerzas de seguridad, nuestras Policías y nuestra Guardia Civil garantes del orden en el que como pueblo somos ejemplares.

Y la familia española .

Estudiada y reconocida a nivel mundial como modelo social y solidario único en el mundo, verdadero artífice de la sanación de este país tras cada desastre económico o social.

Es la España aislada la que para el golpe.

La que se siembra de paciencia en casa, de templanza y de serenidad para seguir mirando adelante sin saber mucho más de lo que sabe y le dejan saber.

Y son nuestros niños , motivo perenne para aguantar, para dar un día más, para renacer cada mañana. Nuestros niños convertidos ya, sin saberlo, en la infancia más madura de nuestra historia.

Una historia, la de esta España que para el golpe, que probablemente nos hace únicos como nación. Con un presente en el que si tuviéramos que elegir, casi todos elegiríamos seguir viviendo bajo nuestro cielo, a veces gris, pero casi siempre soleado y brillante. Inspirador como pocos cielos del mundo.

Es la España de un futuro en el que seguiremos sintiendo el inmenso orgullo de formar parte de una nación tan grande, y tan bien ensamblada a base de los pequeños trocitos de nuestro compromiso personal e íntimo.

Gracias España por esta segunda oportunidad que me has dado. Me pongo de nuevo a tu servicio para hacer todo lo que pueda, o lo que me pidas.

Gracias España por levantarte y mirar a la historia que vas escribir desde mañana con el esfuerzo de todos los que te amamos, y amamos a todos los que te aman.

Gracias por ser así, como eres, tan variada y diversa, tan enorme y generosa, tan entregada, tan de verdad, tan nuestra, tan hecha por nuestras manos y con nuestro despertador a las 6:30.

Te quiero España, que paras el golpe al destino.

España que lo eres hoy de todas tus personas y tus gentes de bien aquí nacidas, y todas cuantas han llegado a nuestra tierra a hacer el bien y a buscar un futuro en paz.

En ti España, y solo en ti, está nuestro futuro como está hoy nuestro presente vivo y capaz de doblar la rodilla para bajar la cabeza, clavar con la rabia las manos en el suelo y levantar orgullosa la mirada y la frente.

El futuro está en ti, y en la unidad de un pueblo inmenso de personas que queremos ser iguales, libres y sobre todo Felices bajo el mismo cielo que nos cubre.

Siento la mirada de mi futuro y del nuestro que me dice:

«Hazte merecedor de todo esto que has recibido y vive de manera que haya merecido la pena el esfuerzo y la entrega de tantos».

Yo así lo haré.

Hoy y siempre, gracias a todos, gracias España.

Y en mi corazón, los cientos de Personas buenas que laten y hacen latir al Hospital General de Villalba en Madrid .

Me voy a casa.

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