El puente natural del río Nela tiene más de 85 millones de años
El puente natural del río Nela tiene más de 85 millones de años - ABC
Pueblos únicos

Vivir sobre el puente

Los vecinos se han relacionado y han convivido a lo largo de su historia con un puente de 15 metros de alto, 34 de ancho y 75 de largo, sobre el que se eleva el casco histórico de Puentedey

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Las aguas del río Nela horadaron durante siglos una masa rocosa hasta convertirla en un puente natural hace más de 85 millones de años. Una obra de ingeniería natural anterior a las construcciones de los hombres que decidieron asentarse sobre lo que consideraron una creación divina y denominaron «puente de Dios». De ahí el nombre actual, Puentedey, del pequeño pueblo que vive, con total naturalidad, sobre este singular elemento.

Los vecinos se han relacionado y han convivido a lo largo de su historia con este puente de 15 metros de alto, 34 de ancho y 75 de largo sobre el que se eleva el casco histórico de Puentedey. Situado en la vertiente septentrional de Burgos y rodeado de montañas.

Un pasadizo natural

Se cuenta que en la época romana pasaba por aquí una calzada rumbo a Cigüenza y, en la Edad Media, fue una localidad amurallada.

Eran tiempos de guerras medievales y el puente del Nela se convirtió en aliado de los vecinos de Puentedey. Cuentan las leyendas que uno de los agujeros de grandes dimensiones que puede verse en la piedra estaba conectado con la parte alta y suponía un pasadizo natural que llevaba a la conocida como «Cueva del Santo» y, desde allí, al palacio de la Torre de los Porras. De esta manera, los señores de la época entraban y salían del pueblo para abastecerse durante los innumerables asedios medievales. Esa «Cueva del Santo» fue tiempo después, a lo largo del siglo XIX, sede del ayuntamiento y allí se reunía el concejo hasta que en 1928 pasó a formar parte de la Merindad de Valdeporres junto con otros catorce pueblos.

Si los vecinos de Puentedey han sabido utilizar a lo largo de su historia las aguas del río Nela y su puente natural, también han aprovechado la fuerza del aire. En este lado del puente se encuentra la «puerta del viento», otra denominación literal para designar una puerta abierta directamente hacia el vacío en un antiguo edificio. Se trata de un ventero que, hasta hace unas décadas, se usaba para utilizar las corrientes de aire para ventear el cereal y separar el grano de la paja. Así era más fácil realizar la cosecha.

Estos elementos naturales se entrelazan en la visita a Puentedey con su iglesia del siglo XI en honor a San Pelayo y la arquitectura popular de un pueblo cuya vida sobre el puente se ha convertido en una de las imágenes más llamativas de la provincia de Burgos donde naturaleza y asentamientos conviven desde hace millones de años.

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