Pueblos únicos

Un coso taurino de seis lados

El municipio, inmerso en el Valle de Alcudia, posee la única plaza de toros hexagonal que existe en España. Su historia está ligada al Hospital de Mineros de San rafael y a los hombres que trabajaron en las minas

Interior de la Plaza de toros de Almadén en una imagen de archivo

FRANCISCA RAMÍREZ

El tres es el número de la suerte de Almadén, nombrada en 2012 Patrimonio de la Humanidad por la Unesco , al ser la tercera localidad de Castilla-La Mancha que posee este reconocimiento después de Toledo y Cuenca. Y también porque a la tercera fue la vencida, ya que Almadén consiguió esta designación por sus minas, que representan la historia de más de 2.000 años de trabajo duro y sacrificado del minero . Además tiene la única plaza de toros hexagonal que existe en España, una de las más antiguas y que alberga actualmente el Hotel Plaza de Toros, la Oficina de Turismo y el Museo Taurino.

La historia de la plaza de toros -con capacidad para 4.000 personas- está ligada al Real Hospital de Mineros de San Rafael. Debido a la alta mortandad entre la población y los forzados que trabajaban en las minas, el superintendente de las minas Francisco Javier de Villegas decidió en 1752 crear una fundación que se financiara con las entradas de los festejos taurinos , así como con el alquiler de las 24 viviendas que ocupaban la fachada del edificio. La apertura de estas casas ayudó a erradicar las epidemias y a mitigar el hacinamiento que sufrían.

Esto permitió a Almadén ser el único pueblo de España que pudo disfrutar de corridas de toros entre 1754 y 1759 . Durante estos años, la fiesta fue prohibida por el Rey Fernando VI que pretendía recuperar la cabaña ganadera, diezmada por la sequía y las epidemias. Pero, esta disposición real no se aplicó en el pueblo, ya que los ingresos para la monarquía procedían del mercurio extraído en la mina, y porque el rey consideró que era más beneficioso que el hospital velara por la salud de los mineros.

La plaza, declarada Monumento Histórico-Artístico Nacional en 1979 , terminó de construirse en 1765, con un coste de 320.000 reales de vellón, eligiéndose para su ubicación el lugar más llano e idóneo, el sitio de la Cruz de Hierro, en las eras del camino de la Villa Real (actualmente Ciudad Real). Estructurada en dos plantas, con dos galerías en altura, la inferior en arquería encalada y la superior en pies derechos, zapatas y tirantes en madera, tras su rehabilitación en 1999, el coso volvió a abrir sus puertas en 2004, a cargo de los diestros Luis Francisco Esplá, Eduardo Dávila Miura y Antón Cortés. Actualmente es plaza de tercera categoría y cuenta con toques de clarín propios, incluyendo el de la muerte .

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación