MODA
El renacimiento de la artesanía en la Madrid Craft Week y otras iniciativas
Las marcas y las administraciones promueven la revalorización de las tradiciones y del trabajo manual
Hoy ha comenzado el Madrid Craft Week que estará presente en la capital de España hasta el 6 de junio , celebrando la creatividad, lo auténtico y lo bien hecho. Pero no es la única iniciativa al respecto en la misma fecha, ya que se acaban de fallar los premios
¿Quién hubiera dicho hace unos años, cuando estabamos sumidos en la locura del neopreno, las impresoras digitales para crear moda y los 'gigabytes' que estaríamos aquí, en plena pandemia, honrando el saber hacer de nuestros ancestro s, lo imperfecto y lo hecho a mano? Todo un acierto que indica que de vez en cuando el ser humano entra en razón.
El gran evento de la artesanía madrileña, Madrid Craft Week, ha comenzado con la participación de más de 200 tiendas, diseñadores, marcas y restaurantes. Por primera vez participarán artesanos que no cuentan con locales físicos pero que se dedican a recuperar una manufactura artística y sostenible que recupera profesiones del pasado. Con el Ayuntamiento colaboran Madrid Capital de Moda y Todo está en Madrid, así como varias asociaciones de comerciantes del Rastro, Salesas y Las Letras.
Del mismo modo, hace varias semanas se inauguró en el Museo Thyssen de Madrid un Foro de Artes y Oficios impulsado por profesionales como Tomás Alía, el arquitecto y decorador toledano que se ha volcado en la artesanía castellana, especialmente en las cerámicas de Talavera de la Reina y en los bordados de Lagartera, a los que en concreto su madre se ha dedicado durante décadas recibiendo premios y un merecido reconocimiento oficial. En esta ocasión es la Artesanía de Castilla-La Mancha la invitada de excepción a exponer en la Comunidad de Madrid sus obras, utilizando para tal efecto su Oficina de Turismo en Gran Via 45.
Por otra parte, la Fundación Loewe ha anunciado la inauguración de la cuarta exposición de su Craft Prize, dando a conocer dar al ganador y las menciones especiales, presentando online The Room, una nueva plataforma digital que muestra el trabajo de los 115 finalistas del premio desde su lanzamiento en 2016.
Fanglu Lin (1989, China) ha sido la ganadora con su obra SHE, una pieza enorme que ha requerido enorme destreza, ya que se ha elaborado con tejidos y métodos de costura centenarios heredados de las mujeres de la minoría Bai en la provincia de Yunnan, China. Las obras de David Corvalán (1979, Chile), Desértico II, y de Takayuki Sakiyama, Chōtō Listening to the Waves (2019), recibieron mención especial dentro de un grupo de 30 finalistas escogidos entre distintas procedencias y oficiios, que se pueden observar en su web .
Pero estas iniciativas sobrepasan lo nacional y quedan patentes en las colecciones de diseñadores de moda de todo el mundo, tal y como es el caso de algunos bolsos de Gucci, de las cuidadas colecciones de prendas hechas a mano de Gabriela Hearst o de las exitosas colecciones de la marca Agua Bendita, que realiza en Colombia y a manos de artesanas locales todas sus prendas. Esta vuelta al 'slow fashion' confía en la creación de piezas únicas e intemporales de gran calidad y singularidad.
Lo que habrá tener en cuenta es que todas estas iniciativas dependen de menos número de temporadas , de envíos con más tardanza y de un nivel de precios superior que paga un comercio justo y unos materiales naturales, biodegradables o reciclados. ¿Estamos dispuestos a esperar y pagar más para poder disfrutar del gran lujo que aportan el saber hacer y la sostenibilidad? Eso esperamos.
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