La tarde de angustia de Victoria de Marichalar en Las Ventas

La hija de la Infanta Elena presenció la espeluznante cogida de Gonzalo Caballero desde la andanada del 9

Victoria Federica GTRES
Ana Mellado

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Sufrió y mucho el público de Las Ventas en la corrida del pasado 12 octubre. Entre los 14.000 asistentes que registró la plaza, cantidad de pandillas de chavales de entre 16 y 25 años inmortalizando la faena con sus teléfonos. Las filas para acceder parecían más bien las de una discoteca light. Aficionados jóvenes que acudían a la llamada de uno de sus toreros predilectos, el madrileño Gonzalo Caballero (1991). Y entre ellos, sentada en la andanada del 9, donde no alcanzan las miradas indiscretas, Victoria de Marichalar . Cansada de especulaciones y comentarios sobre su relación con el torero, la hija de la Infanta Elena se decantaba por uno de los sitios más discretos de la plaza. Mientras que el pasado 4 de octubre, en la despedida de El Cid de Madrid, no tuvo ningún reparo en sentarse en el tendido bajo, cuando torea Caballero prefiere la localidad cubierta y alta del coso para ahorrarse las fotos de los paparazis. El sábado lo logró.

Un duro regreso

Gonzalo Caballero regresaba a la guerra después de la espeluznante cogida de la Feria de San Isidro, pero con su valor y disposición intactos. Antes de matar, Caballero le brindó el toro al médico de la plaza Máximo García Padrós , que ya le salvó en mayo. Y a pesar de que este le dijo que no quería verle salir otra vez por la puerta de la enfermería, sino por la grande, se desencadenó la tragedia.

Caballero sufrió una cornada de dos trayectorias , una de 30 centímetros y otra de 25, que le seccionó la vena femoral. Como es natural la primera en levantarse fue su madre, Chiqui del Hoyo, y seguidamente, lo hacía su amiga Victoria, que bajó corriendo y angustiada. En total había cuatro personas en la enfermería, además del equipo médico, mientras el torero era sometido a una primera intervención quirúrgica. En las puertas que dan a la plaza esperaban muchos jóvenes, íntimos de Gonzalo, con gesto de preocupación. Tardó en llegar el parte médico. Posteriormente fue traslado al Hospital San Francisco de Asís, donde ayer permanecía sedado e intubado en la UCI tras una segunda intervención quirúrgica. No se mueve de allí su madre, que está acompañada de sus hermanas. En los pasillos también aguardaban ayer los mejores amigos del torero y en las puertas del hospital varias cámaras intentando captar una instantánea de Victoria de Marichalar, aunque con poco éxito, por ahora.

Gonzalo y Victoria se conocieron en 2016 gracias a su hermano Felipe de Marichalar , unidos los tres por su pasión taurina. Por aquel entonces, el torero pertenecía al núcleo duro de la pandilla del nieto de Don Juan Carlos. Su amistad con Felipe se ha enfriado, pero con Victoria mantiene una gran sintonía y una relación especial a la que prefieren no poner etiquetas. Él se ha referido a ella como su talismán y está presente en fechas significativas de la vida de Victoria, como su puesta de largo. Ella no suele faltar en la plaza cuando torea él. Y ya acumula varias tardes donde no falta ni el sufrimiento ni la admiración.

Gonzalo Caballero y Victoria Federica, durante la competición de tenis GTRES

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