Verónica Echegui: «El erotismo tiene un papel muy importante en mi vida y en mi trabajo»
La actriz madrileña manifiesta que el erotismo es un componente crucial en su vida, algo que comparte con su pareja, el también intérprete Álex García
La sutileza de una mujer se plasma a la hora de elegir la joya perfecta que conecte con su estilismo. Por eso, Verónica Echegui (35) prefiere optar por la sencillez. «Yo soy de las que elige un elemento potente que rompa con el estilismo y luego lo complementa con otras piezas más pequeñas», manifiesta la actriz, nueva embajadora de la marca de joyas UNOde50 .
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Apasionada de los animales, la intérprete madrileña se reivindica contra todo tipo de maltrato animal, aunque eso implique connotaciones a su propio nombre. «Mi padre, gran aficionado a la tauromaquia , me puso verónica en referencia al pase taurino», confiesa Echegui a ABC, no sin dejar de recomendar la lectura de «Sapiens», un libro de Yuval Noah Harari que establece una relación entre la desaparción de especies animales y la expansión del ser humano alrededor del planeta.
¿Se considera una mujer coqueta, enamorada de las joyas?
Soy muy presumida, aunque reconozco que no suelo llevar muchas joyas. Tengo unas piezas básicas que son mi complemento ideal. Unos aros más grandes de oro de UNOde50 para ocasiones especiales y otros más pequeños que utilizo a diario.
¿Qué le identifica entonces con la marca?
Su esencia étnico-tribal . Pienso en esas formas que siempre me han llamado mucho la atención, por ejemplo la pluma y el colmillo, y que ahora, con la reversión de UNOde50, se ha convertido en unas piezas elegantes, mi complemento perfecto.
¿Es, por tanto, la joya un complemento imprescindible en una mujer?
Lo importante es que una mujer se sienta cómoda con lo que lleva, por tanto, creo que eso es una decisión personal. Conozco a mujeres que tienden a usar muchas joyas y que las llevan con mucho encanto y otras que tienen un estilo más natural y, por lo general, no visten con joyería. Creo que es una cuestión subjetiva y mucha gente pensará que no es necesario.
Entonces, ¿no está cosificada la imagen de una mujer elegante a una serie de estándares como el uso de joyas?
Si una persona cree que debe ponerse una prenda de ropa o de joya determinada para estar más guapa y ser deseada, entonces sí, eso es una consecuencia de la cosificación del cuerpo de la mujer . Si por el contrario, la persona se viste con 20 collares porque así se siente bella y fantástica, entonces no existe ninguna otra idea.
Hablas del cuerpo de la mujer, ¿cuál fue tu reacción a la polémica que generó tu pezón en las redes sociales?
(Ríe). Sin duda, muy curioso. Primero publiqué una foto en la que aparece toda la imagen pixelada menos un pezón. Detrás se deduce un cuerpo humano, pero no se sabe si es un hombre o una mujer. De hecho, yo la cogí de un artista que luego etiqueté en la foto para que entendieran que esa imagen no era mía, y lo que me llamó la atención fue eso, saber que ese pezón no estaba condicionado a ningún género. Como todo en la vida, cuando algo implica un sexo, empiezan los juicios .
Después sí, compartí una imagen haciendo topless en la que se ve mi pezón. La subí porque me gustó mucho y porque partió de algo tan natural como una jornada de playa con una amiga. Si esto contribuye a la aparición de más cuerpo en el imaginario colectivo, perfecto.
En ese sentido, ¿crees que hay ahora más censura que había antes?
Creo que hay mucha intolerancia . Ahora hay que tener mucho cuidado con lo que uno dice porque enseguida se hace eco y hay una reacción masiva. Sobre todo en las redes sociales , que en vez de servir de punto de encuentro con tus seguidores parece un hervidero de comentarios dañinos, una simple excusa para sacar el veneno que cada uno tiene dentro.
Y tú, ¿cómo utilizas las redes sociales?
Lo justo, porque temo perder mi vida en un espacio virtual. Twitter lo utilizo como fuente de información para consultar algunas noticias que me interesan, pero cada vez lo miro menos e Instagram, para mostrar mi trabajo y cosas que me interesan. Intento no implicar mucho mi vida personal, un simple roce.
Ahora que haces referencia al roce, ¿qué tal el rodaje del mediometraje «Tócate»?
Yo tenía una participación bastante pequeña, pero me encantó formar parte de este trabajo. He vivido el rodaje y el resultado final es fabuloso, tiene una sensualidad muy bella, no muy explícita. Me fascina cómo han sugerido esa faceta erótica de la literatura .
¿Crees que el erotismo es un tema «tabú»?
Considero que el erotismo tiene muy poco espacio, muy poco titular. El problema es que lo confundimos con otros conceptos llevados más al terreno biológico como el sexo. En mi vida, el componente erótico tiene un papel muy importante. Yo me erotizo desarrollando mi trabajo, tomando un café...simplemente disfruto mi vida porque a pesar de los condicionamientos sociales, la imaginación no tiene límites. Somos animales, somos instinto y, de verdad, me niego a ser una persona vacía. Conozco a muchas personas que dicen sentirse muertas en vida, totalmente desconectados y creo que no hay nada más triste.
Y en el ámbito sentimental, ¿cómo vives ese erotismo?
Plenamente. Álex [García (36)] y yo formamos un equipo muy compenetrado. Compartir profesión nos ayuda mucho porque ambos entendemos los momentos de estar separados y de mucho trabajo.
¿Intención de ampliar la familia?
Lo hemos valorado, pero tenemos momentos de duda. Queremos que sea una decisión responsable y que ambos podamos disfrutar. Ahora mismo es imposible porque los dos vivimos una vorágine en nuestras carreras. Pero tampoco hay prisa, ya llegará y si no, creo que la vida no se acaba por no tener un hijo.
¿Nuevos proyectos a la vista?
Ahora mismo estoy con los ensayos de «La Strada» una obra de Federico Fellini , adaptada a teatro bajo la dirección de Mario Gas . La estrenamos en noviembre en el Teatro Abadía.Luego también tengo proyectos en televisión y cine, de cara al año que viene, de los que no puedo adelantar mucho más.
