El último viaje de Bimba Bosé

La modelo y cantante fallecía el 23 de enero en Madrid tras casi tres años de batalla contra el cáncer. «No quiero vivir como una enferma», decía

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La última vez que Bimba Bosé habló para ABC fue el 13 de octubre de 2016, a propósito del Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer de Mama. Con su pañuelo rosa y muy delgada, la modelo y cantante nacida en Roma llegaba tarde a un acto que cada año organiza la firma Ausonia, y en el que había participado en sus últimas ediciones. «Esta mañana perdí el AVE de Málaga, y por eso vengo ahora», se disculpaba con una humildad que era tan auténtica como la sonrisa que jamás se borró de su rostro. «Lógicamente, tengo mis días. Hay veces que no lo llevo todo tan bien como crees», explicaba a propósito de su valiente actitud en la batalla

que, desde 2014, libraba contra el cáncer: en febrero de aquel año, le diagnosticaron un tumor en la mama izquierda. Aunque se sometió a una mastectomía, la enfermedad ya se había extendido a sus huesos, cerebro e hígado. «Hay que perder el miedo a la palabra ‘‘metástasis’’. Yo tengo los huesos destrozados, pero estoy esforzándome por ir recuperándolos», aseguraba sin imaginar que apenas le quedaban tres meses de vida.

Ayer, a las 11 de la mañana, Eleonora Salvatore González fallecía en el hospital Ramón y Cajal de Madrid. Tenía 41 años. Con discreción, sin hacer ruido, la nieta de Luis Miguel Dominguín y Lucía Bosé se marchaba arropada por sus seres queridos. Dos horas más tarde, llegaba la confirmación oficial de su muerte en un escueto comunicado emitido en nombre de la familia, en el que se pedía que se respetara su privacidad «en estos difíciles momentos», al tiempo que se agradecían las innumerables muestras de cariño. Hoy se velarán sus restos en el cementerio de La Paz de Madrid.

Carismática, andrógina, inclasificable... Como modelo Bimba Bosé trabajó con los mejores fotógrafos (Mario Testino, Steven Meisel...) y acaparó portadas en las revistas más influyentes («Vogue», «Harper’s Bazaar»..), además de desfilar en Londres, París, Nueva York, Milán y, por supuesto, Barcelona y Madrid. En 2007 debutó como cantante con el grupo The Cabriolets. Ayer, su tío Miguel Bosé, a quien incluso eclipsó sobre el escenario en alguna ocasión, escribía en su cuenta de Twitter: «Buen viaje Bimba, mi cómplice, mi compañera, mi amor, mi hija querida. Guíame». Las redes sociales ardían con la noticia.

Divorciada del músico y fotógrafo Diego Postigo desde 2013, con quien tuvo a sus dos hijas -Dora (12 años) y June (5)-, estaba unida sentimentalmente al modelo británico Charlie Centa desde meses antes de que le diagnosticaran el cáncer. «Es mi ángel», decía de su pareja. Con él y sus niñas, instalada desde hacía algo más de un año en Sotogrande (Cádiz), vivió los momentos más dulces y también los más amargos de estos dos años de «heroica lucha», como han calificado sus amigos. Y entre todos ellos, su alter ego, el diseñador malagueño David Delfín, quien también lucha por su vida tras detectarle el pasado año tres tumores cerebrales. «Hay que decírselo, aunque va a ser muy duro para él. David pasa mucho tiempo delante de la televisión porque realmente es lo único que puede hacer, además de hablar con sus amigos y familia. No podemos arriesgarnos a que se entere de la muerte de Bimba viendo un programa. Para él va a ser durísimo», aseguraba ayer una amiga del diseñador y la modelo.

La fortaleza con la que Bimba encaró el cáncer era tan asombrosa que dejó gratamente sorprendidos a todos los participantes que la acompañaron en la última challenger de Land Rover, celebrada en junio de 2016 en Cantabria. Bimba dio una lección de vida apuntándose a todas las pruebas (algunas con un fuerte impacto físico), pues insistía que «no puedes vivir como un enfermo, sino como una persona que tiene unas determinadas circunstancias». Se entregó al máximo, hasta el punto que su equipo obtuvo el primer puesto. Sin embargo, fue la gran ausente en la entrega de galardones: había regresado al hospital Ramón y Cajal para seguir con sus cuidados y, posteriormente, retomar a su retiro gaditano.

«Dejé Madrid porque me parece una ciudad muy tóxica», aseguraba en su última entrevista para ABC. Sus idas y venidas entre Cádiz y Madrid en las últimas semanas fueron habituales... hasta que hizo un viaje sin retorno Descanse en paz.

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