Último escándalo en Argentina: el banquero «brujo» contra la vedete

Martín Redrado, quien fue presidente del Banco Central, ha sido acusado de hechicería por su exnovia, Luciana Salazar

Tres años de invisiblidad pública, Martín Redrado volvió a la esfera pública en compañía de Luciana Salazar ABC
Guadalupe Piñeiro Michel

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Apenas unos años atrás, manejaba la caja de los dineros de toda una nación y hoy su nombre circula casi exclusivamente por los programas del corazón, debido a los enredos que le rodean en materia de amor. En un corto periodo de tiempo, Martín Redrado (56) ha pasado de ser uno de los economistas más destacados de Argentina a protagonizar una suerte de «teleserie» real, debido a su tormentosa relación sentimental con la vedete Luciana Salazar (37). El último «capítulo» del culebrón ha tenido lugar esta semana, cuando esta rubia de curvas prominentes le acusó públicamente de practicar brujería para alejarla de su mente.

A Redrado la fama le llegó en 2004, bajo la presidencia de Néstor Kirchner , cuando le fue otorgado el cargo de presidente del Banco Central de la República Argentina , desde el cual manejaba las millonarias reservas del país. Seis años más tarde, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner le destituyó. Desde ese momento, el economista se convirtió en una figura política de renombre, aconsejando sobre los destinos de la nación en diferentes conferencias y a través de sus libros, como el titulado «Sin reservas».

La ruptura

Pero poco queda en estos días de aquel personaje prestigioso que brindaba asesoramiento en materia de política. Su relación con la exuberante Luciana Salazar, iniciada en 2013 y finalizada este año, le ha convertido en objeto de burla en la mayoría de los platós televisivos.

A las constantes peleas con su ex, de las que ha sido testigo todo el país, esta semana se sumó la acusación contra Redrado de practicar distintos rituales de brujería contra Salazar. Al parecer, uno de ellos consistió en colocar un papel con su nombre en el congelador, para «enfriar» la relación. « ¿Qué es esto Martín? », se le oye gritar a la vedette en un audio de WhatsApp que ella grabó como prueba. Y a continuación, un chat entre ambos cerró con una lapidaria frase: «Para mí estás muerto a partir de hoy. Mentiroso, mitómano. Esto termina en malos términos. Ya está definido». El economista negó lo sucedido y dijo que Salazar montó un escándalo porque está celosa de otra mujer.

Isabelita Perón, viuda de Juan Domingo Perón, era una aficionada al esoterismo APP

Ya son casi un clásico en Argentina las parejas integradas por figuras de renombre político y las mujeres más conocidas del país. Más allá del amor que pueda existir, la ecuación es perfecta: ellos suelen ser el sostén económico, mientras que ellas les aportan visibilidad y presencia en los medios de comunicación. Así ocurrió con el actual gobernador de la provincia argentina de Salta Juan , Manuel Urtubey , quien contrajo matrimonio con la actriz andina Isabel Macedo . Y fue en su momento también el de Juan Domingo Perón , casado e n primeras nupcias con Eva Duarte, «Evita».

Una alianza peligrosa

En el caso de Redrado, su vínculo con la vedete al principio resultó favorable, ya que recuperó la visibilidad tras varios años «desaparecido» de la esfera política. Pero en los últimos tiempos, no ha dejado de acarrearle problemas . Hasta hace dos semanas, el economista devenido político hacía grandes esfuerzos por reivindicar su rol como consejero. En diálogo con la Radio Nacional argentina recomendaba «exportar más. Cambiar dólares financieros por dólares de producción». Pero la devaluación de su figura parece imparable.

No es la primera vez que Argentina los asesores de las altas esferas de poder aparecen vinculados a episodios de magia negra. Durante el mandato de la expresidenta María Estela Martínez de Perón , «Isabelita», tercera esposa de Juan Domingo Perón, ocurrió algo similar. En los libros de historia, su ministro de Bienestar Social José López Rega es conocido como «El brujo» por su desmedida afición al esoterismo.

Salvando las distancias políticas y temporales, un mismo hilo une a algunos personajes públicos del país del tango: su adhesión a los rituales esotéricos y sus alianzas con mujeres que les otorguan visibilidad. Un juego peligroso.

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