Toño Sanchís estaba en el fisio, mientras Belén Esteban iba al juzgado

Nerviosa y del brazo de su novio Miguel, Belén Esteban llegó ayer al juzgado de Torrejón de Ardoz (imagen), donde se celebró el juicio por la demanda que interpuso contra la sociedad de su exrepresentante, Toño Sanchís. En dicha entidad, Lorant SL, figura como administradora única Lorena Romero, la mujer de Sanchís. Desde meses atrás, los protagonistas del conflicto han estado calentando motores ante este primer gran encuentro entre la «prinsa del pueblo» y quien fue su hombre de confianza. Incluso, la propia Belén había manifestado que estaba deseando tener a Toño de frente para mirarle a los ojos.

Su gozo en un pozo: tal y como había anunciado Sanchís, ni él ni su mujer acudieron a la vista

, dado que ninguno tenía que declarar -Lorena estaba citada como testigo, mientras que Toño y Belén no estaban citados-. En la puerta del juzgado se congregó un buen número de medios de comunicación, lo que explica el caos inicial cuando, pasadas las 10 de la mañana, comenzaba la vista. Y ni rastro del matrimonio Sanchís. «Estoy en el fisio y ahora no puedo hablar», fue la respuesta que me dio Toño al preguntarle, por vía telefónica, por su paradero. Ante la juez declararon los testigos de ambas partes. Belén reclama a Toño cerca de 460.000 euros, que corresponden a trabajos realizados, aunque no abonados por Sanchís.

Pese a que Esteban no tenía necesidad de estar en el juzgado, pues nada debía declarar, ella sí dio la cara. Se calcula que antes de 15 días habrá fallo judicial, que ambas partes podrán recurrir ante la Audiencia Provincial si no están conformes. Ayer por la tarde nadie quería anticipar nada: Belén prefirió permanecer en su casa, mientras que Toño siguió con su rutina y fue a recoger a sus hijos a la salida del colegio.