La sorpresa de Sara Carbonero a Íker Casillas por el Día del Padre

Al final de un partido, la periodista saltó al Estadio do Dragao con sus dos hijos para felicitar al guardameta del Oporto

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Sara Carbonero e Íker Casillas AFP
Francisco Chacón

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Sara Carbonero le dio una sorpresa a Íker Casillas por el Día del Padre, que se celebra este martes 19 de marzo, al final del partido Oporto-Marítimo de Funchal, disputado este pasado fin de semana. La periodista, de 35 años, no dudó en lanzarse al césped del Estadio do Dragao acompañada de sus dos hijos, Martín y Lucas , de cinco y dos años respectivamente.

Los pequeños, con bufandas blanquiazules correspondientes al equipo donde triunfa el guardameta madrileño , se mostraron encantados de abrazar a su padre sobre el terreno de juego. Todos muy contentos porque el encuentro había finalizado con un 3-0 que permite al histórico club norteño mantenerse en segundo lugar de la Liga portuguesa, tras el Benfica.

Se ha convertido ya en una tradición en Oporto que, cuando llega el Día del Padre, las esposas de los jugadores saltan al campo con sus niños para ofrecer una imagen de armonía en el círculo central. Es algo que los aficionados aguardan cada año por estas fechas, hasta el punto de que poca gente abandona su asiento en la grada porque nadie quiere perderse tan emotivos momentos protagonizados por los ídolos locales.

Precisamente, Íker se ha convertido en el gran icono del bicampeón de Europa ya que sus grandes paradas han contribuido a la excelente temporada de los portuenses, que deben afrontar una dura eliminatoria de Champions League al enfrentarse contra el Liverpool en cuartos de final.

Sara pudo comprobarlo allí mismo, pues las muestras de cariño de los espectadores no cesaban de manifestarse mientras Martín y Lucas besaban a su padre. Por si acaso, ella no se olvidó de llevar consigo los muñecos favoritos de los pequeños, no fuese a suceder que les diera por llorar o por asustarse ante tan alta concentración de aficionados.

Pero no, eso no aconteció y Carbonero, vestida muy informal con pantalones vaqueros y una americana, disfrutó con un instante tan mágico como había soñado, en medio de la popularidad que ella misma ha alcanzado en Oporto, una ciudad que adora.

Ahora, después de su regreso con un miniespacio de entrevistas en Cuatro, sus viajes de ida y vuelta a Madrid son constantes, aunque afortunadamente solo tarda 55 minutos en avión desde el Aeropuerto Francisco Sá Carneiro. La estilosa periodista suele confesar que le encanta la ‘slow life’ , es decir, la vida a un ritmo más pausado, lejos del estrés que la perseguía cuando era la imagen de la información deportiva en Tele 5. Por eso ha encontrado en Oporto un enclave muy adecuado, pues nada tiene que ver con el frenesí de Madrid.

A orillas del Océano Atlántico, la pareja se ha asentado en la exclusiva zona de Foz, a escasos metros del paseo marítimo y de la playa, donde les gusta aprovechar los días soleados para llevar a los pequeños a recrearse.

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