Silvio Berlusconi piensa en un gesto de magnanimidad hacia Verónica Lario
Le podría perdonar más de 50 millones de euros que le debe restituir, según una sentencia del tribunal de Milán. De momento, la exmujer de Berlusconi se tendrá que conformar con su «pobre» patrimonio de 300 millones
Los ricos a veces también lloran. En este caso se trata de Verónica Lario , la exmujer de Silvio Berlusconi , que ahora verá reducida su vida de lujos. Los jueces le han dicho que debe restituir de inmediato al exprimer ministro, cerca de 60 millones de euros, pero el magnate, uno de los hombres más ricos de Italia y del mundo, con un patrimonio de 9.000 millones de euros, según Forbes, piensa en un gesto de magnanimidad hacia su exmujer. En el mismo Palacio de Justicia de Milán, donde recibió condenas de los magistrados por sus célebres festines de «bunga bunga» con jóvenes y prostitutas de todos los colores, Silvio Berlusconi recibió el jueves una sentencia muy favorable , que es «inmediatamente ejecutiva». El Tribunal de Apelación liberó al excavaliere de pagar el cheque mensual de un millón cuatrocientos mil euros al mes, al tiempo que exigía a Verónica Lario a restituirle casi sesenta millones que le había pagado desde febrero 2014.
En el entorno del líder de Forza Italia piensa que «está satisfecho, pero no exulta de alegría», porque se trata de una victoria que en cierta forma golpea a la madre de tres de sus cinco hijos : Barbara, Luigi y Eleonora; en su primer matrimonio tuvo a Marina y Pier Silvio. El magnate, siempre muy generoso con sus amigos y allegados, puede permitirse el «regalo» a su exmujer, con un «bello gesto», que puede servirle para cuidar su imagen y no aparecer como un revanchista en la campaña electoral en que ya está metido el país para las elecciones generales de la primavera próxima.
Además, la sentencia llega tras una extenuante batalla legal y una guerra personal que comenzó cuando Verónica Lario denunció públicamente a Silvio Berlusconi, en enero 2007, mediante una carta en la que relataba su humillación como esposa a causa del «bunga bunga», empleando además muy duras palabras. Poco después se inició la bajada del telón a la vida conyugal, tras casi 30 años de vida conyugal . Se habían casado con rito civil en 1990, pero ambos se conocieron en 1980, cuando ella era una actriz e interpretaba en teatro la obra «Il magnifico cornuto» (el magnífico cornudo).
Tras el divorcio, Verónica Lario siguió viviendo en Villa Belvedere, una lujosa mansión en el municipio de Macherio, cerca de Milán, que Berlusconi le dejó en usufructo vitalicio . Allí tenía 12 personas de servicio y otras 25 que se ocupaban de la seguridad las 24 horas del día, además de la manutención de jardines, según describían los abogados de Verónica Lario, para justificar que el magnate le pasara un cheque mensual de casi un millón y medio de euros. En los últimos tiempos, Lario vivía habitualmente en Milán para estar más cerca de sus hijos.
El magnate le ofreció a su exmujer, al inicio de su dura negociación para el divorcio, llegar a acuerdo por 80 millones de euros , pero ella exigió mil millones para poner fin a la batalla legal. El Tribunal de Apelación ha establecido que Verónica es económicamente autosuficiente y la pensión, como fijó recientemente una sentencia del Tribunal Supremo, solo es aplicable en casos en los que el cónyuge no dispusiera de ingresos. De todas formas, Lario recurrirá ante el alto tribunal, según ha comentado su abogada, Cristina Morello. De momento, la exmujer de Berlusconi se tendrá que conformar con su «pobre» patrimonio de 300 millones de euros, en propiedades de diversas casas y joyas, además de una liquidez de 16 millones de euros.
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