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Sara Carbonero comparte su viaje solidario a Senegal

La periodista ha publicado varias fotografías donde cuenta su experiencia en el país africano

Sara Carbonero GTRES

ABC.ES

«Es alucinante que algo tan pequeño como lo que tengo en mi mano posea la capacidad de salvar una vida . Se trata de un alimento terapéutico listo para usar para niños con desnutrición aguda grave . Compuesto principalmente por cacahuete y enriquecido con vitaminas. Es solo uno de los productos que hemos encontrado hoy en el almacén de suministros de Unicef en Dakar. También pastillas potabilizadoras, jabón, kits de higiene, kits de desarrollo infantil temprano para casos de emergencia y un montón de cosas más. Cosas sencillas que salvan vidas », publicaba la periodista en su cuenta de Instagram en referencia a su viaje solidario a Senegal.

El pasado 19 de septiembre , Sara Carbonero dejó Oporto para embarcarse en una aventura solidaria en colaboración con Unicef . El destino era Senegal, y tal y como se ha podido ver en la cuenta de Instagram de la mujer de Iker Casillas, está siendo una experiencia increíble para ella.

En su red, se pueden ver fotografías de diferentes personas acompañadas de una leyenda donde narra su historia. Así, se puede ver -por ejemplo- una fotografía de una mujer llamada Amanatou acompañada de la siguiente descripción: «Aquí estoy con Amanatou y su hijo Detier que nació prematuro y está siguiendo el método canguro. Ahora tiene un mes de vida. Gracias al contacto piel con piel durante 24 horas al día sobre el pecho de su madre -funciona como una incubadora natural- el niño recibe la seguridad, el calor y las mejores condiciones para salir adelante».

Además, durante la experiencia también ha aprendido sobre la infancia y la maternidad, sobre bebés, sobre medicamentos e incluso sobre la Maison Rose, un hogar de acogida que da cobijo a niñas y adolescentes víctimas de violencia sexual, psicológica y física, matrimonio infantil y abandono.

Una vez que entras en La Maison Rose ya nada volverá a ser igual. En el año 2008 una mujer francesa visitó este suburbio de Dakar y enseguida supo que su vida cambiaría para siempre. Dejó su hogar, su país y se alejó de su familia para poner en marcha una casa de acogida que da cobijo a niñas y adolescentes víctimas de violencia sexual, psicológica y física, matrimonio infantil y abandono. A través de terapias psicológicas les ayudan a superar sus traumas y a recuperar las ganas de vivir. Además les proporcionan formación profesional para que puedan tener un futuro. Cuando preguntamos a Mona - así es como se llama la fundadora- si nos podía contar algún caso concreto o especialmente duro no quiso. Con una sonrisa nos "dio largas" y volvió a centrarse en lo positivo de la historia. En cómo han conseguido sacar adelante a esas niñas abandonadas que encontraron en la calle y hoy corrían y cantaban por el patio, en la satisfacción que sienten cuando una adolescente embarazada como consecuencia de una violación aprende a aceptar y querer a ese bebé que en un principio rechazaba, a reconciliarse con su pasado y aceptar el presente. ¿Por qué Mona no quiso contarnos ningún caso? Puede que para que nos quedáramos solo con lo bueno, para proteger a los niños o quizá es que ella también trata de olvidar por momentos todo ese sufrimiento. Al fin y al cabo, debe ser la única manera de poder dirigir con maestría y buen hacer un sitio así, tirando de optimismo. Escuchar las risas de las niñas, observar cómo juegan con sus pies, cómo abrazan sin medida, verlas aprender cada día y seguir dibujando un futuro para ellas. Por desgracia, basta con asomarse a la azotea del edificio y mirar alrededor para ver que allí fuera la vida no es del color de la casa. La Casa Rosa nos ha marcado para siempre. #conUNICEFenSenegal #elviaje #afortunada @unicef_es

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