Las contradicciones de Amador Mohedano: de aliado a enemigo de Rocío Carrasco

Este fin de semana, Amador Mohedano se sentó en el sillón de «Sábado Deluxe» para culpar al marido de Rocío Carrasco , Fidel Albiac , de las diferencias entre la familia. «Mi sobrina ha sido siempre una niña simpatiquísima. Era encantadora hasta que dejó de serlo. Alguien con mucha ambición la ha abducido», espetó Amador Mohedano. Ese «alguien» era, y es, Fidel. «Rocío Jurado se comió a Fidel porque su hija estaba enamorado de él. Nunca le gustó», añadió. «Alguien con mucha ambición la ha abducido , yo no tengo ninguna duda». Además aseguraba que Fidel no trataba bien a los hijos de su mujer ni a los hermanos, Gloria Camila y José Fernando, a los que les decía inmigrantes. «Fidel Albiac llamaba a los hermanos de Rocío Carrasco los inmigrantes», decía en su entrevista.

Unas durísimas declaraciones contra el matrimonio que contrastan con las vertidas en una entrevista en 2010 en el mismo programa, en el que el hermano de Rocío Jurado defendía a su sobrina. «Fidel es un tío listo que está muy apegado a Rocío y les veo muy feliz. Fidel hace un papel muy bueno en esa pareja de educación con los niños», dijo. Algo que nada tiene que ver con las declaraciones realizadas este fin de semana, en las que asegura que «solo tocar el tema, Rocío empieza a llorar con el corazón encogido, siempre le digo que esto pasará pero no pasa. Igual ella un día lo cuenta. Yo siempre le decía que ya vivían con su padre y estaban felices, y me decían que tenían ganas de irse con su padre», dijo en relación a la infancia de Rocío Flores junto a su madre. «Los niños se sentían cohibidos. Los castigos... Los niños se sentían mal, los encerraba en la habitación a menudo. Los niños no estaban a gusto ni felices en esa casa, y punto», añadió.

Cuatro años más tarde de la muerte de «la más grande», la familia Mohedano se reunió para cerrar los temas relacionados con la herencia de la cantante. A la salida, Rociíto y Amador aparecieron junto frente a los periodistas con cierta complicidad y cariño entre ellos, algo que parece era todo un «papel» para engañar a la prensa del corazón y que dejase los rumores sobre las peleas familiares.

Tanto en vida como después, Rocío Jurado siempre ha sido la gallina de los huevos de oro para su familia. La cantante nombró a su hija como heredera universal de su patrimonio musical, así como de todas sus pertenencias personales y profesionales. A la hija de «la más grande» solo le falta una cosa para tenerlo todo: contar con el cariño de su familia , que desde hace años no quiere saber absolutamente nada de ella y el único que se mantiene a su lado es su marido. Al sevillano muchos le señalan como el artífice de estos distanciamientos con sus hermanos, sus tíos y sus hijos, pero él siempre ha callado. La voluntad de Rocío Jurado, que su familia se mantuviera unida, es desde hace años papel mojado.