Rafael Amargo interpreta su mejor papel: «Ni fumo ni bebo»

El bailarín, en libertad con cargos por tráfico de drogas y pertenencia a organización criminal, protagonizó una rocambolesca rueda de prensa para defender su inocencia. Hoy por fin estrena su versión de «Yerma»

Cándido Conde-Pumpido y Rafael Amargo, ayer, en el Teatro de La Latina BELÉN DÍAZ
Angie Calero

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La ciudad de Madrid se ha convertido desde el martes en un ir y venir de reporteros, redactores, cámaras y fotógrafos que se movían entre la comisaría de Distrito Centro en la calle Leganitos, los juzgados de Plaza de Castilla y la residencia de Rafael Amargo en el barrio de Malasaña . Una tourneé entre tres escenarios que culminó ayer en el Teatro de La Latina , a donde el bailarín llegó acompañado por su abogado Cándido Conde-Pumpido .

Amargo venía de entregar su pasaporte en el juzgado de Instrucción número 48. Cumplió así con una de las medidas cautelares que la juez de guardia dictaminó tras dejarle en libertad con cargos el jueves por la noche a él, a su pareja, la bailarina argentina Luciana Bongianino ; a su productor, Eduardo de los Santos , y a su amigo Manuel Ángel Batista León . En el marco de la operación Corax, los cuatro están imputados por delitos contra la salud pública y pertenencia a organización criminal, por lo que también tienen prohibido salir del territorio nacional y deberán presentarse en el juzgado los día 1 y 15 de cada mes.

El bailarín salió de los juzgados el jueves como quien saluda al público cuando termina una función. La suya -«Yerma», en el Teatro de La Latina- no se pudo estrenar ese día . Y ayer Amargo tenía tanto que aclarar, que finalmente el telón se abrirá hoy a las ocho de la tarde. «Después de haber estado tirado 48 horas en el suelo , no tengo ni el cuerpo ni el físico, y yo lo que quiero es hacerlo divino. ¿Para qué correr?», aseguró en la rueda de prensa sobre «Yerma», que no pudo ofrecer el miércoles por estar detenido.

La puesta en escena de esta presentación no pudo arropar más al bailarín: sentado junto a su abogado y con todos los bailarines cerrando filas tras él: Sara Vega , el bailaor Perrete y las hermanas Chamorro , entre ellos. Blanca Romero , la otra protagonista de «Yerma», no le acompañó porque se encontraba en Gijón.

En la cuarta fila del patio de butacas se sentaron Florentino y Antonia , los padres de Amargo. Respaldaron a su hijo a pesar de haber vivido un infierno estos últimos días. Sobre todo su padre, que ha conseguido vencer un cáncer, aunque sigue delicado de salud. «Son una familia ejemplar. A mí me han dado una educación basada en los valores del Opus Dei , pero yo les he salido rana. Y a pesar de todo, han remado para que a mí me vaya bien y me han aconsejado con mis compañías. Pero yo no les he hecho caso», explicó.

Al ser preguntado por este periódico si se ha planteado buscar a alguien que le sustituya para no dañar más la imagen de la función, confesó que seguirá bailando : «El alma de esta compañía es la mía propia. No voy a dar un paso atrás, sino tres para adelante». Con la última vocal sonaron varias palmas y se escucharon un par de «olé» por parte de los integrantes de su compañía. Lo cierto es que nunca antes había tenido Amargo a tanta prensa pendiente de su trabajo, por lo que -como él mismo dijo- jamás habría imaginado una campaña de marketing mejor .

Respecto a sus supuestos problemas tanto económicos como con las drogas, fue tajante. «Evidentemente no estoy igual de bien que otros años, pero gracias a Dios nunca he pasado hambre. Estoy cortito de dinero, pero para comer no me falta», afirmó. Y añadió: «Habéis tenido siempre una imagen de mí salvaje, canalla y sin filtro. Pero yo ni fumo ni bebo ». Y sobre sus supesta pertenencia a organización criminal, concluyó: «Mi única banda son estos de aquí atrás» .

La escenografía de ayer decía mucho sobre la situación que atraviesa Amargo tras ser puesto en libertad. Sentada detrás de él, en primera fila, se encontraba Luciana Bongianino, quien se conocía esta semana que es su mujer. «Para que veáis que soy generoso, me he casado hace un año y no se ha enterado nadie. Otra persona se hubiera lucrado sentándose en 20 platós , pero yo el dinero lo quiero ganar cantando y bailando. No voy a vender mi vida como casi nunca o nunca he hecho», dijo. Amargo conoció a la bailarina argentina hace cuatro años. Ambos han trabajado juntos en Argentina y España. Lo suyo comenzó siendo una relación laboral. Luciana, de la que dicen es encantadora, dejó de bailar para convertirse en su asistente personal, su mano derecha. Este sería el segundo matrimonio del bailarín, ya que en 2003 se casó con Yolanda Jiménez, madre de sus dos hijos. El resto de sus uniones no tuvieron validez y las organizó para vender la exclusiva a las revistas.

El productor ausente

De quien no había ni rastro fue de Eduardo de los Santos . Según ha podido saber ABC, la producción de «Yerma» acabó en sus manos tras la negativa de los socios habituales de Amargo de embarcarse en este arriesgado montaje en tiempos de pandemia. Amargo reconoció ayer que De los Santos le ha apoyado mucho y que es muy amigo suyo, recalcó que no es el único que ha invertido en el espectáculo y concluyó diciendo que el productor ya no tiene nada que ver con el espectáculo. Conde-Pumpido subrayó que De los Santos no es una persona pública y que, al seguir el caso abierto, hay que preservar la presunción de inocencia .

Eduardo de los Santos, cuya defensa no lleva Conde-Pumpido, se define en Instagram como un «buen tío, español y amante íntegro»: «Me pone el arte, lo sensorial, los romances con gin-tonic y los retos». Hasta hace poco era consultor, pero aterrizó en el mundo de la producción teatral hace unos años fundando Serie Teatro, una compañía que hasta ahora ha apostado por obras de pequeño formato, estilo indie y cuyo título más popular ha sido «El Contador del Amor», que empezó con mal pie y no ha parado de sufrir cambios en el reparto. En la primera temporada figuraban Nacho López, Norma Ruiz y David Mora como protagonistas, pero en la segunda el reparto cambió por completo con Elías González, César Lucendo y Ana Obregón. Según ha podido saber ABC, Obregón abandonó el proyecto cuando comenzaron los problemas económicos, aunque a ella no se le dejó nada a deber. Lara Dibildos la sustituyó en el cartel y Jorge Lucas dio paso a José Diferri. Un baile de actores poco habitual en este tipo de producciones. Por eso, en el circuito teatral sorprendía el salto cualitativo de Eduardo de los Santos apostando por «Yerma», un montaje importante y con un riesgo económico elevado.

El espectáculo de Amargo podría compararse con un musical: cuenta con 19 bailarines en escena, artistas invitados, equipo técnico y alquiler de un teatro como La Latina, cuyo coste diario podría rondar los 6.000 euros . El aforo en tiempos de pandemia es de 675 butacas. Al cierre de esta edición, sólo quedaban 150 localidades por vender para el estreno de este sábado, cuyo precio ronda los 42 euros. Grupo Pentación, propietaria del teatro, ha decidido no cobrar nada por estos dos días de demora del estreno. A Jesús Cimarro , director del teatro, tampoco se le vio ayer por la tarde en La Latina.

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