Lee Radziwill en la presentación de su libro, «Lee», en 2015
Lee Radziwill en la presentación de su libro, «Lee», en 2015 - ABC

Lee Radziwill, tres años y tres pasos por detrás de Jackie

La cuñada de JFK cuenta en una entrevista que se sintió aliviada cuando asesinaron al presidente

MADRID Actualizado: Guardar
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A Lee Radziwill el asesinato de Kennedy le supuso un gran alivio. «Al fin libre», pensó. «Había tantas cosas que no podía hacer cuando mi cuñado era presidente…». En «Vanity Fair» cuenta estas y otras cosas. Jackie Kennedy y su hermana Lee se llevaban bien, pero Lee tuvo que aguantar cómo el foco de atención estaba siempre en Jackie. Desde pequeñas. La cosa llegó a su extremo cuando esta se convirtió en primera dama (una denominación que odiaba porque le parecía el nombre de un caballo triste). En su libro «Lee» cuenta que en 1961, durante una visita a Buckingham, Felipe de Edimburgo le dijo: « Tú eres como yo, tienes que caminar tres pasos por detrás».

Muchos años después vio cómo su hermana se llevaba el mérito de ayudar a Big Eddie y Little Edie Beale, sus primas chifladas de «Grey Gardens». Fue ella quien limpió la casa y las ayudó a conservarla.

Lee Radziwill con su hermana Jackie Kennedy durante unas vacaciones
Lee Radziwill con su hermana Jackie Kennedy durante unas vacaciones - ABC

Lee Bouvier (1933) es, como Jackie, hija de John Vernou Bouvier III, banquero neoyorquino, y Janet Norton Lee. Esta luego contrajo matrimonio con Hugh Dudley Auchincloss (Gore Vidal era hijo de Nina, segunda mujer de Auchincloss; Janet fue la tercera). Lee se casó con Cass Canfield, con Stas Radziwill, príncipe polaco (tuvieron dos hijos), y con Herbert Ross, director de «Pennies from heaven». Durante su matrimonio con Radziwill tuvo una intensa amistad con Aristóteles Onassis. «Nunca me disgustó Jackie, pero odio a Lee. La odio», dijo una vez María Callas. Cuando el 7 de agosto de 1963 Jackie dio a luz a Patrick, que vivió 39 horas, Lee pidió a Onassis que invitara a su hermana al yate Cristina para recuperarse. El presidente le rogó de rodillas que no fuera. Aunque también era una oportunidad para persuadir a Lee de que no se casara con Onassis. Fueron y el griego las dejó a su aire mientras él trabajaba. Después de cuatro semanas, Jackie no sólo tenía mejor ánimo sino también una gargantilla de diamantes y rubíes (Lee recibió una pulsera cubierta de diamantes).

En 1964, Jackie compró su piso del 1040 de la Quinta Avenida. Robert Kennedy convenció a Stas para que regalara a Lee un duplex en el 969. Esta escribía artículos de moda y cultura en el «Ladies’ Home Journal». Y entra en escena Truman Capote, enamorado de la que fue su cisne favorito. Hasta la embarcó en el teatro. Lee hizo de Tracy Lord en «Historias de Filadelfia» con unas críticas pésimas. «Creo que las escribieron antes del estreno».

Cuatro meses después de la muerte de Bobby Kennedy, Jackie se casó con el armador griego. «Me lo dijo Onassis y me suplicó ir a la boda», cuenta Lee, que entonces estaba perpleja. Fue una bofetada (como las que Jackie dio a Lee tras el funeral de JFK, según esta contó a Cecil Beaton).

Escribe Stephen King en el epílogo de «22/11/63» que a Jack Ruby le consternó el asesinato del presidente. Y se ponía malo de pensar que la señora Kennedy tendría que volver a Dallas al juicio. Para librarla de eso mató a Lee Harvey Oswald. Es decir, que si Oswald liberó a la princesa Radziwill, Ruby liberó a su hermana mayor.

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