Vista desde el jardín del Pazo de Meirás
Vista desde el jardín del Pazo de Meirás - MIGUEL MUÑIZ

El Pazo de Meirás recupera la línea telefónica y los visitantes

Se solucionan las dificultades a la hora de concertar citas en la histórica residencia de los Franco

MADRID Actualizado: Guardar
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«Este es el número del Pazo de Meirás y funciona perfectamente. Nunca ha habido ningún problema para concertar una cita. El Pazo se puede visitar todos los viernes del mes durante cuatro horas. Siempre ha habido comunicación con todos aquellos que han querido visitarlo», cuenta una mujer al otro lado del teléfono 686612717 a este periódico. También informa de que el correo electrónico al que se puede escribir para concertar una cita es visitaspazodemeiras@gmail.com, «ya que van a publicar un artículo sobre este tema, por favor, pongan bien la dirección de e-mail», sentencia antes de comentar que no está «autorizada para contar nada más». Lo que sí afirma tajantemente es que «este teléfono lleva funcionando mucho tiempo».

La última polémica sobre la que fuera la residencia veraniega de Franco -situada en el concello de Sada, en La Coruña- saltó «el pasado 20 de marzo aproximadamente, cuando se incoó un expediente al observar que el número de teléfono para concertar visitas y el correo electrónico no funcionaban», informan desde la Consellería de Cultura de la Xunta de Galicia.

«Hace unos meses concertamos una cita y cuando fuimos al Pazo el día que se había acordado, allí no había nadie para recibirnos», cuenta un damnificado. Sin embargo, buceando por la página web de turismo de Galicia, este periódico apreció que el número de teléfono que aparecía del Pazo de Meirás era diferente al que hasta entonces se conocía. «Si han cambiado el número de teléfono, la familia debería haber avisado», cuentan desde la «consellería».

Gestión de los Franco

Este periódico ha intentado ponerse en contacto con la familia de Carmen Franco para saber qué ocurre exactamente con el Pazo que heredó de su padre, pero no ha obtenido respuesta. Tampoco de sus hijos. «Al parecer, la compañía telefónica les cambió el número sin avisar. Pero ellos nunca han tenido ningún problema en enseñar el Pazo, entienden que desde que lo declararon Bien de Interés Cultural (BIC) en 2008 están obligados a hacerlo», cuenta un amigo cercano a los hermanos Franco. «La madre es la que lo supervisa todo. Al principio era la Xunta de Galicia la que se encargaba de concertar las visitas y pagar a una empresa privada de seguridad. Después fue la propia familia la que tenía que organizarlo todo y tener una persona allí que recibiera a las visitas. El hombre que tienen allí no da a basto», añade. Y asegura: «Carmen Franco nunca se ha negado a enseñar el Pazo».

Causas abiertas

Ya no será necesaria la visita institucional al palacete de la Comisión de Cultura, una medida que el PSOE había propuesto en el Parlamento gallego y que respaldaban la mayoría de grupos políticos. Además, En Marea, con el alcalde de Sada Benito Portela a la cabeza, también ha registrado una iniciativa que propicie la modificación de la ley de memoria histórica para «recuperar de forma gratuita el Pazo de Meirás». ¿Con la recuperación de la línea telefónica se acabó la polémica? «Esa línea de teléfono se ha reestablecido esta semana. Hoy es el primer viernes que el Pazo se ha podido visitar desde que se tenía constancia de estos problemas», contó ayer Portela. «Hay otras causas abiertas que se seguirán trabajando. Que 40 años después Meirás siga siendo de la familia del dictador es algo llamativo», añadió, afirmando que seguirán «luchando» para que el Pazo se devuelva de forma gratuita.

Esta semana «Nenuca», así llaman en la intimidad a la hija de Franco, también era noticia por alquilar el ático del edificio del que también es propietaria en la madrileña calle Hermanos Bécquer, junto a la embajada de Estados Unidos. Tal y como adelantó «Vanity Fair», la madre de Carmen Martínez-Bordiú pide 7.000 euros al mes a todos aquellos que están interesados en habitar este inmueble de 500 metros cuadrados con una terraza de 30 metros cuadrados que ofrecen unas vistas inigualables de la capital. El próximo mes de septiembre cumplirá 91 años y sigue gestionando su patrimonio, compuesto por plazas de garaje y varios inmuebles. También el Pazo de Meirás, la «joya» familiar.

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