La nueva generación de los Alba, cinco años después de la muerte de Cayetana

Fernando y Carlos Fitz-James, los discretos guardianes del legado familiar

Si hubiera que diseñar a medida al heredero perfecto para la Casa de Alba del siglo XXI, probablemente el resultado se asemejaría bastante a lo que encarna hoy en día Fernando Fitz-James Stuart y Solís (29 años): discreto, elegante, amante de la familia, gran gestor y experto en arte. El duque de Huéscar estudió en el colegio Nuestra Señora de los Rosales y su infancia estuvo marcada por el divorcio de sus padres Carlos Fitz-James y Matilde Solís , quien atravesó una profunda depresión. Posteriormente, se formó en Derecho y Negocios en la Universidad de Londres y comparte su pasión por el arte con su mujer Sofía Palazuelo , quien se ajusta a la perfección a los corsés de la familia. Fernando trabaja en el banco Santander y ayuda a su padre en Euroexplotaciones Agrarias, una de las empresas dedicadas a gestionar sus terrenos. Además es administrador solidario de Mibor Inversiones, una sociedad de inversión inmobiliaria. Su hermano Carlos (27) empezó a hacerse fuerte en la vida social madrileña tras iniciar su relación con Belén Corsini , heredera de una de las grandes fortunas de España.

Los descendientes «desconocidos» de la estirpe: Luis y Javier Martínez de Irujo

El mayor de los nueve nietos de Cayetana de Alba es quizá también el más invisble del clan. Quitando celebraciones familiares, es poco a dado a dejarse ver allá donde le espere una cámara. Luis Martínez de Irujo (41), duque de Aliaga, ejerce como director de una empresa de ingeniería dedicada a la gestión medioambiental, agrícola y ganadera. En octubre de 2016, le dio el «sí, quiero» a Adriana Marín , bisnieta de Félix Huarte Goñi , constructor del Valle de los Caídos. Adriana es licenciada en Historia del Arte y estudió el Máster y Doctorado en Historia del Arte y Cultura Visual del Museo Nacional y Centro de Arte Reina Sofía. Actualmente trabaja en Christie’s. Son padres de una niña llamada Mencía.

El segundo hijo de Alfonso Martínez de Irujo y María de Hohenlohe-Langenburg es Javier Martínez de Irujo (38). Su rostro es un poco más conocido desde su boda en 2008 con la estilista Inés Domecq , descendiente de una de las familias con más solera de la sociedad andaluza y omnipresente en las listas de las mujeres más elegantes e invitadas perfectas.

Jacobo y Brianda Fitz-James, el arte como sustento económico y anímico

El arte marcó el devenir de sus vidas. Su infancia transcurrió entre libros, pinturas y vinilos, y la compañía de un arca de Noé -ocho gatos de angora, cuatro tortugas, dos perros, conejos y una paloma-. Sus padres Jacobo MartÍnez de Irujo, fundador de la editorial Siruela, y Eugenia Fernández de Castro les inculcaron la necesidad de estar en contacto con algún tipo de expresión cultural. No solo para alimentar el alma, sino también sus cuentas de ahorro.

El primogénito Jacobo Fitz-James (38) gestiona junto a su mujer, Asela Pérez Becerril, la galería de arte Espacio Valverde, en el madrileño barrio de Malasaña. Son padres de dos hijos.

A Brianda (35) aunque le pierden las mesas de mezclas y pincha como Dj ocasional, ahora está más volcada en su faceta de ilustradora. El pasado junio publicó el volumen «Mi universo re-creativo», en el que plasma su universo onírico lleno de curiosidades. Con sus ilustraciones ha conquistado a firmas como Gucci, con la que ha colaborado. A nivel sentimental, se le han conocido un par de parejas que no cuajaron.

Los mellizos Martínez de Irujo Casanova, «tú a Inglaterra y yo a Madrid»

Nacieron bajo el sol de México, aunque con solo unas semanas de vida viajaron hasta Sevilla, donde serían presentados en sociedad y bautizados. Amina y Luis Martínez de Irujo , hijos de Cayetano Martínez de Irujo y Genoveva Casanova , han vivido instalados en el anonimato hasta el pasado 25 de julio, cuando cumplieron los 18 años. Ser hijo del miembro más polémico de la Casa de Alba imprime carácter. Y es que el duque de Arjona vive enfrentado a todos sus hermanos y la publicación de sus polémicas memorias no ha ayudado a suavizar posturas.

Los desencuentros con el resto de miembros del clan se hizo patente en la celebración de la puesta de largo de los jóvenes el pasado 7 de septiembre en el palacio Arbaizenea de San Sebastián con las marcadas ausencias de cuatro de sus cinco tíos.

Amina terminó sus estudios el pasado junio en el colegio privado Runnymede College, ubicado en La Moraleja (Madrid). Este otoño se mudó a Inglaterra para instruirse en la universidad de Warwick, en el número 80 del ránking de las mejores universidades del mundo. Su hermano, junto a un amigo, ha montado una empresa ecommerce -Rushoutfit- con la que comercializa ropa personalizada. Su verdadera pasión es la hípica.

Tana Rivera, heredera de las pasiones de su abuela y sin miedo a los focos

Hay quienes atisban en su belleza el poder de los genes de su malograda abuela Carmina Ordóñez y en su carácter la huella de su abuela materna Cayetana de Alba . Cuando nació, sus padres se esforzaron en mantenerla en el anonimato, pero su mayoría de edad -alcanzada hace dos años- supuso para la prensa rosa un auténtico regalo. Tana Rivera (20) nunca ha rehuido de la fama, pero tampoco ha querido vivir de ella.

Tras un año sabático, retomó en septiembre su carrera de ADE, en la Universidad CEU de Madrid, donde vive con Eugenia Martínez de Irujo y su pareja, Narcís Rebollo . Nunca ha destacado por ser una estudiante lumbreras, se le atragantó la Selectividad hasta en dos ocasiones, lo que le obligó a posponer su puesta de largo un año.

A lo largo de este 2019 han saltado las alarmas sobre su estado de salud tras sufrir varios desmayos en público, aunque tanto Eugenia como Fran Rivera han desmentido que padezca alguna enfermedad.

Tana encarna a la perfección las pasiones que mantuvieron viva a Cayetana: el flamenco, Sevilla, los toros y la fiesta en general. Y es en las plazas de toros de nuestra geografía donde más se deja ver. Suele acudir con su novio, Quique González , de 23 años, y jugador de la selección española de hockey hierba.