Muere el Rothschild enamorado de las finanzas, España y el buen vino

«Ayer me topé con Rothschild, lo que es como decir con todo el ingenio y todo el dinero de los judíos» , escribió Balzac en una misiva datada en 1833. Sí, el apellido Rothschild no requiere demasiados preámbulos. Se asocia automáticamente al poder sobre las finanzas, la inversión y el coleccionismo. Durante más de dos siglos, la prensa económica ha seguido las peripecias económicas y personales de las diferentes generaciones de la familia. Ahora los herederos de la rama francesa lloran la muerte del barón Benjamin de Rothschild  (Neuilly-sur-Seine, Francia 1963), el único hijo del fallecido barón Edmon Adolph de Rothschild. Su vida se apagó demasiado pronto. El pasado viernes, a los 57 años murió, tras sufrir un paro cardíaco en su hogar en Pregny, Suiza.

Desde 1997, Benjamin de Rothschild, sexta generación de esta familia de banqueros, dirigía el grupo bancario, que tenía el nombre de su padre. El Grupo Edmond de Rothschild, con sede en Ginebra, administra activos valorados en 160.000 millones de euros (190.000 millones de dólares). Y en la pirámide de su staff también figura su mujer Ariane Langner, de origen salvadoreño, con quien lleva casado desde 1999.

Benjamin era un apasionado de la caza y la velocidad . Le gustaba apretar el acelerador de sus Ferraris de Fórmula 1, coger curvas cerradas con sus motos de carreras y ponerse a los mandos de su helicóptero para liberar el estrés en un mal día de trabajo. Pero la afición que más le unió a nuestro país fue el vino. En noviembre de 2017, compraron el Palacio de Samaniego , situado en la comarca de Rioja Alavesa, para dar rienda suelta a su pasión por los buenos caldos. Se trata de un palacete del siglo XVIII catalogado como Monumento de Valor Histórico que hasta ahora se encontraba alquilado. A pesar de su valor patrimonial, el Gobierno provincial se vio obligado a vender el edificio dado el alto coste de las reformas que requiere.

En el verano de ese año inauguraron las bodegas Macán, en La Rioja, tras rubricar un acuerdo con el propietario de Vega-Sicilia Pablo Álvarez, para desarrollar un nuevo vino. El resultado fue la construcción de la bodega Macán, en la cual invirtieron 22 millones de euros. Su inauguración oficial tuvo lugar el pasado verano, y contó con la presencia, entre otros, del Rey emérito, Don Juan Carlos; así como del lendakari, Íñigo Urkullu.

La revista Forbes calcula la riqueza de De Rothschild en 1.500 millones de dólares. Era un descendiente de la familia Rothschild, que durante 300 años ha administrado bancos europeos.