Muere Javier Escobar, el gran dandy de las relaciones públicas

El profesional que lideró desfiles y eventos en los años 80 y 90, ha muerto en su casa de Barcelona a los 66 años

Javier Escobar RRSS
María Luísa Funes

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Casi dos metros de elegancia y una tonelada de saber estar impulsaron a Javier Escobar al estrellato social español durante un par de décadas. No había chico joven trabajando en el sector de las relaciones públicas que no soñase emularle. Escobar, un catalán que se sentía extremadamente cómodo en Madrid y Baleares, inspiró a muchos de los que hoy gestionan empresas del sector de las relaciones públicas y las relaciones con la prensa, si bien es difícil que alguno llegue a su altura, ni en cuanto a físico ni en cuanto a carisma y encanto personal.

Javier Escobar fue un avanzado a su tiempo. Cuando se inició en las lides de desfiles y eventos, la moda comenzaba a despegar en España. Eran los últimos años de la década de los 70 y comienzo de los 80. Él, que había comenzado como modelo para probar suerte, vio su futuro cambiar rápido cuando Giorgio Armani -ya consagrado- se fijó en el para protagonizar sus desfiles y campañas de publicidad. Tenía entonces unos 23 años y el mundo de la moda mundial, aún rústico en procedimientos y reducido en cuanto tamaño, se abrió a sus pies.

De repente, Javier Escobar se encontró desfilando a ambos lados del charco, haciendo amigos en todos los países importantes y conectando con marcas de moda que no sabían como hincarle el diente a una España recién llegada a la Transición. En nuestro país, el sector de la moda brillaba por su ausencia y, además de los S.E.P.U. de turno, de las modistas de referencia y de las costureras de las casas, poco margen quedaba para algunas tiendas multimarca en Madrid y Barcelona que comenzaban tímidamente a importar moda extranjera . Los talleres de los que luego fueron consagrados modistas durante la movida, eran aún prematuros proyectos de chicos jóvenes que empezaban.

En este entorno vacío de competencia, Javier Escobar supo aprovechar la oportunidad y crear un gabinete de relaciones públicas que orientó al sector, principalmente en cuanto a la organización de fiestas de buen nivel y a la contratación de modelos extranjeras, esas verdaderas «top models» que conoció a finales de los 80 y principios de los 90 en las pasarelas de París, Nueva York y Milán. Fue así como montó en su Barcelona natal el Estudio Buque, el primer gabinete de Relaciones Públicas de España. Le acompañó en la tarea el también modelo Egidio Ghezzi , que ha seguido organizando como nadie la iluminación, escenarios y logística interna de muchos desfiles de moda en España hasta ahora.

Algunos de los primeros clientes del Estudio Buque fueron los dos salones de moda españoles, las pasarelas Cibeles y Gaudí. Organizaron también presentaciones de marcas de joyería y moda como Chanel, Hugo Boss o Bulgari, cenas de alto nivel de los Samaranch, los Godó o los March e incluso algunas bodas sonadas. Escobar y Ghezzi se manejaban bien en otros idiomas, conocían a cierta prensa extranjera y tenían labia y presencia física para tratar con quien se les pusiese por delante. Javier se ocupaba de la parte externa, del trato con el público y el cliente, traía a Naomi Campbell o negociaba un contrato para Claudia Schiffer , mientras que Egidio llevaba lo que en francés se llama la «cuisine interne». Juntos se lucieron en la organización de los actos más importantes de los Juegos de Barcelona. Javier había protagonizado inicialmente reportajes de Vogue Uomo e incluso tuvo un pequeño papel en la película «Prêt-à-porter», de Robert Altman . Pero con la crisis post olímpica, Egidio y Javier cerraron su Buque.

Excelente comunicador y líder nato, poco a poco entró en el mundo de la droga. Intentó y consiguió salir de ello en varias ocasiones con la ayuda de buenos amigos pertenecientes a grandes familias españolas e incluso pasó temporadas en centros especializados. Aunque puntualmente colaboró en la preparación de algunos eventos, su carrera profesional no volvió a ser la misma . Esta semana, ante la falta de respuesta a su portero, los Mossos de Esquadra entraron en su domicilio de Barcelona, donde le encontraron muerto víctima de un ataque cardíaco. Nos ha dejado el motor de los primeros grandes shows de la moda española, el artífice de las reuniones internacionales de nivel en Madrid, Barcelona y Mallorca en los 80, un profesional de aura y carisma irrepetibles.

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