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Captura del vídeo lanzado hace varios meses por Rachel Farrokh

Milagrosa recuperación de una anoréxica tres meses después de haber pedido ayuda en internet

Su mejoría ha sido espectacular tras haber conseguido recaudar 200.000 dólares en las redes sociales para su tratamiento en una clínica de Portugal

Madrid Actualizado: Guardar
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Con un metro setenta de estatura, Rachel Farrokh llegó a pesar el pasado verano alrededor de 20 kilos. En una situación delicadísima de salud por su anorexia nerviosa, y por la que además los hospitales estadounidenses no podían tratarla, esta californiana de 37 años pidió ayuda en internet cuando estaba a punto de morir. Tres meses después, su recuperación ha sido espectacular tras haber conseguido recaudar 200.000 dólares en las redes sociales para su tratamiento en Portugal.

Farrokh hasta hace una década era una aspirante a actriz, una mujer trabajadora, con buena salud y activa, pero tras perder un trabajo de ejecutiva de cuentas, empezó a experimentar la anorexia y dejó poco a poco, perdiendo peso con facilidad. Así, a sus casi 170 centímetros de altura llegó a perder casi 40 kilos, lo que a punto estuvo de costarle la vida.

En cambio, tras el vídeo por el que se hizo famosa hace unos meses, Farrokh se ha convertido ahora es una exitosa activista tras haber podido recuperar gran parte del peso que perdió. Se dedica a la ayuda a otras personas con la misma enfermedad, según recoge NBC4 News.

«Necesito su ayuda. Estoy sufriendo un desorden alimenticio. Es un tipo severo de anorexia», comienza la mujer en el vídeo. «He estado sufriendo esto desde hace algún tiempo. Mido 1.70 metros y peso un poco más de 20 kilos, y ningún hospital me atienden en este estado».

Rachel y su marido de Rod Edmondson, que renunció a su trabajo para ponerse al cuidado de su esposa con total dedicación cuando su condición empeoró, formaron parte de la segunda marcha anual contra los trastornos alimentarios el miércoles en Washington de este miércoles.

En esta manifestación habló de su caso. «Tengo una gran familia llamada mundo entero. Mi cuerpo no estaba respondiendo a cualquiera de los tratamientos por no entender que el cerebro tenía que venir junto con el cuerpo», explicó a la NBC4.

A pesar de que todavía su estado de salud es frágil, Rachael con su milagrosa recuperación está luchando por conseguir del Congreso norteamericano un seguro de atención sanitaria para personas con trastornos de alimentación.

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