Mercedes Milá, destrozada tras la muerte de su gran amor José Sámano
La televisiva y el productor de teatro compartieron dos décadas de amor
Mercedes Milá (68 años) ha sufrido un duro revés. Este fin de semana fallecía repentinamente, después de varios días ingresado en un hospital madrileño, uno de sus grandes amores: el productor de teatro y televisión José Sámano .
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«Ha sido una muerte tristísima y totalmente inesperada. Me enteré de todo ayer, de que estaba muy grave … habíamos hablado relativamente hace poco tiempo… me estuvo contando que estaba enfermo, pero para nada pensar que podía morirse tan rápido y de esta manera tan dura. Estoy muy triste », dijo Mercedes Milá a Europa Press, que se la ha visto muy abatida en el Tanatorio de la Paz este domingo. Ana Belén y Víctor Manuel, el cantante Miguel Ríos, los actores Marisa Paredes y Miguel Ángel Muñoz , y la periodista Lola Carretero también han querido despedirse del que fuera pareja de Mercedes Milá durante muchos años.
Con José Sámano compartió dos décadas de amor y, como ella misma confesó hace tan solo unas semanas, fue su gran amor junto con Carlos Castillo . «Viví 20 años con José y entonces viene todo a la cabeza otra vez. Piensas si ha sufrido… no sé, duele, duele mucho. Como te diría, todos los que estáis viendo esto, sabéis lo que duele una muerte, aunque hayan pasado tantos años separados, pero ha sido triste», contaba.
Mercedes Milá y José Sámano pusieron fin a su relación en 1997, aunque lo cierto es que nunca dejaron de apoyarse el uno al otro. Siguieron manteniendo una estrecha amistad y también profesional pues José Sámano fue el productor de varios de los programas de televisión que presentó la televisiva como «Buenas noches», «De jueves a jueves» y «Queremos saber».
Parece que Mercedes Milá no levanta cabeza. A este triste fallecimiento se une el de su madre, Mercedes Mencos , el pasado 2 de agosto como consecuencia de una larga enfermedad . Y ahora, tan solo dos meses después, ha tenido que despedirse del que consideraba su marido, aunque nunca llegaron a pasar por el altar.
