Marisa Mendes, ¿la nueva novia de Cristiano Ronaldo?

En el reciente estreno del documental sobre la vida de Cristiano Ronaldo en Londres, pudo verse a su lado a una mujer portuguesa que ahora salta a los titulares como su nueva conquista. Se trata de Marisa Mendes, la hija mayor de Jorge Mendes, su agente futbolístico, el más poderoso del mundo y representante también de José Mourinho, David de Gea, James Rodríguez o Ángel Di María.

Se conocen desde hace años, pero es en las últimas semanas cuando al parecer han intimidado más. Hasta el punto de que, en los círculos sociales de Lisboa, se comenta que se han hecho inseparables.

Marisa, de 24 años, se perfila como mucho más que un «affaire» pasajero, ya que la relación de confianza existente entre ambas familias está muy consolidada.

De hecho, el «crack» del Real Madrid fue el padrino del bautizo del hijo mayor de Jorge Mendes, que se celebró el pasado mes de agosto en una fastuosa ceremonia en Oporto, donde igualmente se fraguó su enlace matrimonial con Sandra Barbosa. ¿Y quién ejerció de madrina? Pues Marisa. También estuvo a su lado durante la entrega en Madrid de la Bota de Oro, que le acreditó como máximo goleador de todas las ligas europeas la última temporada. Asimismo, ella ha sido vista en numerosas ocasiones en el palco del Estadio Santiago Bernabéu para ser testigo directo de muchos de los goles que marca el delantero fuera de serie.

Las iniciales especulaciones sobre si existía algo más que una amistad entre ambos dan paso a la confirmación desde el entorno de Gestifute, la empresa de Jorge Mendes.

Allí trabaja Bárbara Vara, amiga de Marisa y que es la persona de la compañía que lleva muy de cerca los asuntos administrativos de Cristiano. Una mujer a quien pudo verse al lado de ellos en las imágenes difundidas sobre la presentación del documental en la capital británica.

Lo que está claro es que podemos encontrarnos ante la relación más seria de CR7 desde que finalizó su larga aventura con la modelo rusa Irina Shayk hace casi un año. A partir de ahí, se han sucedido los rumores que apuntaban a su proximidad con varias modelos. Y hasta se dispararon los comentarios acerca de una supuesta ambigüedad sexual, en vista de que aparecían a su alrededor esculturales chicos cuando se le veía disfrutar del buen tiempo a bordo de algún yate.

Sólo unas semanas atrás, era el polémico luchador marroquí Badr Hari quien se dejaba ver junto a Ronaldo en Marrakech desvelando una fotografía de los dos en redes sociales con la jocosa leyenda: «Recién casados». La cercanía del gran competidor de Messi con Marisa Mendes se produce después de que el padre de ella se decidiese a introducirse en el mastodóntico mercado chino.

Para convertir en realidad estos planes expansivos, Don Jorge se ha asociado con el empresario Guo Guangchang con el objetivo de sacar tajada de los enormes beneficios que puede reportar una exportación del negocio de Gestifute al gigante asiático. Su interlocutor se distingue por ser el presidente y el mayor accionista de Fosun, un conglomerado que estuvo a punto de adquirir el portugués Novo Banco, aunque finalmente la operación no llegó a cristalizar.

Marisa Mendes reúne, por tanto, características que la dibujan como una compañera de alto nivel para el megajugador, además de que ya había llamado la atención de los medios portugueses por su belleza y su elegancia. Se halla perfectamente habituada a los avatares del planeta fútbol, una cuestión que puede revelarse como fundamental para que se mantenga el «feeling» mutuo.

En algunas fotografías, la joven ha mostrado una actitud muy «sexy», cirunstancia que habría atraído a CR7, a quien ya se sabe que le gusta rodearse de mujeres muy atractivas.

Sin duda, el Clásico ante el Barcelona de este sábado 21 de noviembre en el Bernabéu puede ser la ocasión para certificar si se les ve acaramelados en la zona mixta o no, aunque las excepcionales medidas de seguridad que rodearán el partido cumbre no se lo pondrán fácil a los «paparazzi». El caso es que el perfil internacional de esta mujer puede convertirse en otro aliciente, en caso de que se materialice un hipotético fichaje del vigente Balón de Oro por el Paris St. Germain.