Marine Le Pen, amargada por las conquistas políticas y sentimentales de su exnovio

Divorciado, padre de dos hijos de otra relación, Louis Aliot decidió separarse y abandonar sentimentalmente a la política francesa el otoño pasado

Marine Le Pen y Louis Aliot AFP

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Los líos de faldas y «cambios de pareja» continúan enturbiando las intranquilas aguas de Agrupación Nacional (AN, ex FN, extrema derecha), el partido de Jean-Marie y Marine Le Pen , cuyo último compañero sentimental celebra su elección como alcalde de Perpignan en brazos de una nueva «novia», Véronique López , pintora a la espera de reconocimiento artístico.

Divorciado, padre de dos hijos de otra relación, Louis Aliot (50 años) decidió separarse y abandonar sentimentalmente a Marine Le Pen el otoño pasado.

La pareja decidió respetar una suerte de «paz armada», por razones no solo políticas. Sin embargo, Aliot hizo campaña electoral, en Perpignan, alejándose de la familia Le Pen, abandonando electoralmente las siglas del partido lepenista.

En un país con 35.000 alcaldías, el partido de la extrema derecha siguió sin salir de su minúsculo gueto electoral: en la segunda vuelta de las recientes elecciones municipales solo confirmó una docena de alcaldías muy modestas . La conquista de Perpignan fue percibida como un «triunfo» para la extrema derecha.

Triunfo pronto enturbiado para Marine Le Pen (51 años), casada y divorciada en varias ocasiones. Su exnovio, triunfante, en Perpignan, se apresuró a enviarle un mensaje político: «Marine debiera ser más profesional» .

No contento con dar consejos políticos, Aliot decidió presentar «en sociedad» (informal) a su nueva compañera sentimental, Véronique López (50 años), pintora a la espera de tardío reconocimiento, artista de vida sentimental «muy variada», según varios de sus íntimos.

La pareja Aliot - López se fotografió, en Perpignan, en la juerga pos electoral , bebiendo, dando gritos de alegría, abrazándose con palmario júbilo. Celebración que cayó como una tormenta de rayos de punta en la residencia parisina de Marine Le Pen, cuya vida política se encuentran tan estancada como su nueva soledad sentimental aparente, a la espera de acontecimientos.

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