Luismi en uno de sus vehículos
Luismi en uno de sus vehículos - Isabel Permuy
ENTREVISTA

Luis Miguel Rodríguez, ex de Carmen Martínez-Bordiú: «Sí, me encantanlas mujeres, pero eso no es malo»

El «rey del desguace» y ex de Carmen Martínez-Bordiú nos abre las puertas de su dominios en Torrejón de la Calzada, cerca de Parla. Allí a habilitado su particular Museo del Automóvil donde atesora piezas históricas

Madrid Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

En el kilómetro 24 de la carretera de Madrid-Toledo empiezan los dominios de Desguaces La Torre. Estamos en el término municipal de Torrejón de la Calzada, donde naves industriales cobijan cientos de miles de piezas de automóviles. El logotipo de la empresa tiene los colores de la bandera española, que también lucen los trabajadores en sus uniformes. Parcelas infinitas, carreteras anchas y el ansiado Museo del Automóvil de 30.000 metros cuadrados, que firma el estudio de arquitectura Tuñón y Mansilla. En su interior se aparcan coches históricos, como uno que fue propiedad del Zar Nicolás II o aquel en el que José María Aznar sufrió un atentado terrorista de la banda ETA, en 1995. También, el automóvil más antiguo de Madrid, con el número 11 en su matrícula.

Modelos de todas épocas, algunos valorados en 200.000 euros, figuran en una larga lista que llega al millar.

Así es el «paraíso» de Luis Miguel Rodríguez (60 años), Luismi para sus amigos y sus 600 empleados. Desguaces La Torre es un territorio en pleno proceso de ampliación, con objeto de conseguir el desguace «más grande del mundo». Y todo sin salir de su Parla natal. Tras saltar a las revistas del corazón por su noviazgo con Carmen Martínez-Bordiú, hoy también es noticia a raíz de la visita que el Rey Don Juan Carlos realizó en sus instalaciones la pasada semana y por el hecho de que se haya cuestionado si tiene o no las licencias necesarias para seguir creciendo.

—Su nombre ha vuelto a salir en los medios tras unas informaciones que apuntan a que no tiene permiso para construir más naves industriales y alcanzar su meta: tener unas instalaciones de 750.000 metros cuadrados.

—Sólo estoy a la espera de tres informes de la Comunidad de Madrid que llegarán en dos meses, por lo que calculo que antes de verano ya estarán las licencias.

—El Ayuntamiento viene tramitando, desde 2004, la revisión del plan de urbanismo que recoge la ampliación de su desguace y que en agosto de 2014 se aprobó por unanimidad. Si tiene tan claro que todo va por buen camino, ¿por qué le cuestionan?

—Creo que son cosas del anterior alcalde, que está un tanto revoltoso por no haber salido, y supongo que me está atacando. Llevo esperando desde hace diez años, pero me consta que estamos en la fase final.

—¿En algún momento ha solicitado ayuda a los políticos?

—Jamás he pedido ayudas ni subvenciones. Todo el dinero que gano con mi negocio lo reinvierto en seguir creciendo, hasta el punto de que no tengo ni casa en la playa ni barco ni lujos extras. Todo está en el desguace.

—Dicen que es un hombre hecho a sí mismo, que empezó su imperio de la hectárea que le dejó en herencia su abuela.

—En 34 años de trabajo, de 10.000 metros he pasado a un millón y medio. Esto lo he conseguido trabajando todos los días del año. Reconozco que disfruto con lo que hago, es el sueño que tuve a los 10 años y por eso soy feliz. A los 22 años me lancé sin tener ni idea y poco a poco fui creciendo.

—Su segundo sueño es crear el Museo del Automóvil.

—Quiero que sea el más grande del mundo y espero terminarlo en uno o dos años. Mari Luz Barreiros fue la que me convenció para este proyecto, que arrancó hace siete años. Son 30.000 metros de museo y ya tengo muchos coches comprados, aunque me faltan cerca de mil más para cuando se abra. Y ahí no acabo: lo próximo es hacer un circuito de karting donde poder celebrar campeonatos internacionales.

—Con tanta ampliación, ¿no le preocupan los cambios políticos que pueda haber en España como la subida de impuestos que ya están anunciando algunos partidos?

—Hombre, lo de los impuestos sí me preocupa, porque eso desmoraliza a los que queremos seguir invirtiendo.

—Hay otros empresarios se van a invertir fuera de España...

—Eso es porque aquí ponen muchas pegas. Mira mi caso, que llevo más de diez años queriendo ampliar un negocio y aquí sigo. Y eso que lo mío es dar puestos de trabajo y no especular con bloques de pisos.

—Su nombre apareció en la lista de morosos con Hacienda, ya que debe cerca de siete millones de euros...

—Debo ese dinero debido a unas inspecciones y estoy en ello para solucionarlo. Con respecto a esa lista, es llamativo que no aparezca ningún político.

Luis Miguel Domínguez junto a Carmen Martínez-Bordiú
Luis Miguel Domínguez junto a Carmen Martínez-Bordiú - Gtres

—¿Qué hace un hombre como usted, que apenas sale de Parla, en las revistas del corazón de la mano de una de las mujeres más mediáticas como es Carmen Martínez-Bordiú?

—A mí no me gustan las fotos ni que hablen de mí, pero entiendo que si salgo con una mujer así hay que asumirlo.

—En el programa de

—Es una cachonda. Yo prefiero no decir nada al respecto.

—Pero fue a raíz de esta relación cuando dio el paso de divorciarse de su esposa. ¿Se casará de nuevo?

—No quisiera, ya que me siento muy bien solo. Disfruto con mi trabajo pero también saliendo de fiesta, a los toros.

—Tiene fama de que le encantan las mujeres.

—Pero eso no es malo.

—¿Quién recogerá su legado?

—Supongo que mis hijas, es lo normal. Ya están involucrándose en el negocio.

—¿Cuál es su sueño?

—Seguir creciendo.

—¿Y su pesadilla?

—Nunca tengo.

—Se enfada mucho cuando se refieren a usted como «el chatarrero». Incluso ha ganado una demanda a un programa de televisión para que no lo vuelvan a hacer.

—Es que no soy chatarrero. Creo que a la gente hay que llamarla por su nombre. Con Luismi me basta.

—Días atrás, el Rey Don Juan Carlos estuvo de visita en Desguaces La Torre.

—Se interesó mucho por todo lo que hacemos. La verdad es que nos llevamos muy bien y tenemos muchos gustos en común.

—¿Suele cambiar su voto según las elecciones?

—Siempre voto a los mismos.

—¿Le preocupa España? ¿El futuro de los toros?

—Por supuesto. No entiendo por qué se empeñan en quitar las corridas, y menos en una democracia. A mí no me gusta el fútbol y no pido que lo eliminen. Resulta que ahora estamos en plena era de las prohibiciones, no te dejan fumar, beber, ir a los toros....

Ver los comentarios