Karlie Kloss confiesa el motivo por el que dejó de trabajar para Victoria's Secret

La modelo se ha mostrado contraria al mensaje que la marca de lencería quiere transmitir al mundo

La modelo Karlie Kloss Gtres

ABC

La «top model» norteamericana Karlie Kloss ha admitido que «colgó sus alas» de Victoria’s Secret porque cree que el mensaje que transmite la célebre marca de lencería no es el apropiado para difundir entre las jóvenes. La modelo se unió a la firma en 2011 y la abandonó en 2015. Según cuenta en una entrevista para «Vogue USA», cuando la maniquí comenzó sus estudios de Teoría Feminista, en la Escuela Gallatin de la Universidad de Nueva York, hizo un examen de conciencia sobre su trabajo y tomó la decisión de dejar Victoria’s Secret. Su caso no ha sido el único.

Para sorpresa de muchos, en 2017, Kloss volvió a colgarse las alas para el desfile de Shangai, que se celebró en en ese mismo año. Además, a pesar del revuelo que se formó tras conocerse las declaraciones que hizo a la revista «Vogue» Ed Razek , el director de marketing de la compañía, en las que aseguró que no contaría ni con modelos transexuales ni con aquellas de tallas grandes -según él a nadie le interesaban- la maniquí se posicionó a su favor: «Un espectáculo como éste celebra nuestra sexualidad y permite que todas seamos la mejor versión de nosotras mismas».

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Sin embargo, con el paso del tiempo, parece que Kloss ha cambiado su manera de pensar y ha revelado a «Vogue» su opinión al respecto, muy contraria a la que tenía antes: «La razón por la que decidí dejar de trabajar con Victoria’s Secret es que no sentía que la imagen que estaba dando fuese quién era yo realmente y el tipo de mensaje que quiero enviar a las jóvenes de todo el mundo sobre lo que significa ser bella tampoco encajaba».

Ahora, la modelo, que se encuentra en una etapa más madura de su vida personal y profesional, ha echado la vista atrás y ha confesado los miedos que tenía antes: «Cada vez que miro hacia los últimos años de mi adolescencia y el inicio de la veintena, pienso que tenía miedo de perder el trabajo o de perder mi posición si decía que no a algo. Pero no perdí ningún trabajo. Lo que me pasó fue que cuanto más decía lo que sentía, más me respetaban mis compañeros. Y más me respetaba a mí misma. Y ahora tengo la tranquilidad para sentirme orgullosa y saber que mi discurso es muy poderoso».

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