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La hija ilegítima de González de Gregorio reclamará dos millones de euros

Rosario Bermudo inicia los trámites para recibir la herencia y los apellidos del exmarido de «la duquesa roja»

A la izquierda, Rosario Bermudo en su juventud. En el centro, la demandante actualmente, y a la izquierda, su padre, Leoncio González de Gregorio y Martí, que fue marido de la duquesa de Medina Sidonia ABC
Angie Calero

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Seis años después de que Rosario Bermudo iniciase un procedimiento judicial para que se le reconociera como hija biológica de Leoncio González de Gregorio -exmarido de Isabel Álvarez de Toledo y Maura, «la duquesa roja»-, el Juzgado de Primera Instancia número 77 de Madrid le daba ayer la razón. La última vista oral tuvo lugar la semana pasada y duró varias horas, más de lo que su abogado, Fernando Osuna, esperaba. En esta cita con el juez, se volvió a recordar que la ciencia ya había dado la razón a Bermudo en mayo de 2017. En aquel momento, tras la exhumación de los restos mortales de Leoncio González de Gregorio , su ADN se cotejó con el de Bermudo y coincidió en un 99,99 por ciento.

«Está encantada y contentísima», afirmaba este miércoles Osuna sobre cómo había recibido Bermudo la noticia. En unos días, comenzará a tramitar el cambio de sus apellidos. Mientras tanto, su abogado iniciará «las negociaciones por separado» con Leoncio Alonso , Pilar , Gabriel y Javier . Este último, fruto de la relación sentimental de su padre con Marta de Molina von Stranz, quien fue reconocido en 1995 al contar con la ayuda de Pilar y Gabriel, que se sometieron a pruebas de ADN para que su padre entrase en razón. «A Rosario le corresponden, según lo calculado, dos millones de euros de la herencia de su padre» , dijo Osuna.

Tal y como contó este periódico, Bermudo presentó la demanda de filiación cuando su madre, Rosario Muñoz Centeno, ya había fallecido. Leoncio González de Gregorio había muerto varios años antes, en 2008. Ella siempre creyó en la versión de los hechos que le había contado su madre, pero, antes de presentar la demanda de filiación cotejó su ADN con el de Leoncio Alonso, el primer hijo que tuvo González de Gregorio con «la duquesa roja», después llegarían Pilar y Gabriel. La muestra de ADN -que se extrajo de una botella de agua que Leoncio Alonso usó durante una de sus clases en la Universidad-, se llevó a analizar a un laboratorio. El informe con la coincidencia genética (de un 99,99 por ciento) se presentó como un indicio de prueba ante el juez. El magistrado ordenaría más tarde la exhumación de González de Gregorio, pese a que Pilar volvió a ofrecerse para hacerse la prueba con tal de que dejaran descansar a su padre.

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